Cada vez que llegamos a fechas electorales en Colombia vuelve la polémica acerca de las encuestas o sondeos de opinión sobre la favorabilidad de los candidatos, aunque existe regulación sobre el manejo de estas desde hace tiempo, siguen jugando en la elección de candidatos, debemos tener en cuenta que la estadística no es una ciencia exacta.
Como bien lo dice su definición, la estadística es la ciencia que utiliza conjuntos de datos numéricos para obtener, a partir de ellos, inferencias en el cálculo de probabilidades. Por lo tanto no se puede dar por descontado que el que tenga mas probabilidad en una encuesta vaya a ser el triunfador en la realidad.
A mi en la Universidad de dio muy duro la estadística, se me hizo una materia difícil a pesar de haber tenido una muy buena profesora como lo fue Beatriz de Ortega, aprovecho para hacerle un homenaje en esta columna.
Un gran político colombiano, Álvaro Gómez Hurtado decía que las encuestas son como las morcillas, pueden saber bien pero no siempre se sabe como fueron hechas, esto es lo que siento yo que está pasando por esta época ya que las nuevas tecnologías y las maneras de comunicarse entre personas ha evolucionado y las empresas encuestadoras han tenido que adaptarse a esta realidad.
Por ejemplo, he criticado mucho las encuestas telefónicas en Bogotá donde el teléfono fijo está mandado a recoger y existen demasiadas diferencias ideológicas y de estrato entre localidades y barrios, por esto en muy complicado tener una muestra representativa de la ciudad si no se tiene certeza de la ubicación del encuestado, obviamente la diferencia en costos entre una encuesta telefónica y presencial es relevante. Aunque la ficha técnica siempre está presente en la encuesta la gran mayoría de las personas nunca la ve, solo les interesa el resultado final.
Adentrándonos mas en la creación de la muestra, esta puede ser manipulable con cambios muy sutiles, a medida que el tamaño de la muestra sea mas pequeña se pueden generar diferencias muy fácil, por ejemplo, un departamento como Cundinamarca que tiene 116 municipios repartidos en 20 provincias muy diferentes en costumbres y climas el hecho de solo hacerla en pocos municipios así estos sean los que tienen mas población no la hace representativa. Además de la muestra, el margen de error, la probabilidad y la manera de hacer las preguntas son temas a tener en cuenta.
Otro de los errores que se cometen es crear tendencias con encuestas diferentes, lo lógico sería hacerlo con encuestas desarrolladas con la misma metodología y la misma encuestadora, esto es lo que coloquialmente se le dice sumar peras con manzanas.
El hecho de no tener segunda vuelta electoral y de existir proliferación de candidatos hace que hoy en día los resultados de determinada encuesta nos lleve a buscar el mal llamado “Voto Útil” y se termine no votando por el candidato de su preferencia o el mas preparado si no por el que tenga mas probabilidad de ganar dentro del espectro ideológico. Por esto es que yo considero que las encuestas terminan enterrando a candidatos en el camino y llevando al electorado por otro camino que puede ser manipulado o votando mas en contra de alguno de los candidatos que a favor de unas propuestas.
Al final al ciudadano del común le llega el resultado de las encuestas por los medios de comunicación, estos pueden dependiendo como den la información manipular al electorado hacia uno de los candidatos, por eso es muy importante que se muestre todo lo necesario para que un ciudadano medianamente informado sepa que le están entregando.
Esperemos que en estas elecciones las firmas encuestadoras no terminen siendo tan poderosas y terminen eligiendo mas gobernantes que el voto de opinión, no podemos pasar de mal en mal, del poder de la compra de votos o de los caciques electorales al poder de las encuestas.
Publicado: octubre 21 de 2019
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