Escuchando a Julio Jaramillo, con su guitarra de fondo, Quindío corazón mío, Armenia corazón de quién. La situación política de Armenia es muy similar a la de Bogotá.
Resulta que en Armenia existe una excelente candidata a la alcaldía pero, por cosas de la vida, el Centro Democrático y el Partido Conservador por medio de sus encuestas que nadie sabe cómo se hacen, terminó apoyando a otra persona.
Así, como teníamos un excelente candidato para Bogotá en cabeza de Samuel Hoyos, en Armenia sucede algo similar.
La situación política de Armenia, por lo demás, es parecida a la del país en general.
En primera instancia, como dicen los abogados, corresponde a la destrucción de los partidos políticos tradicionales quienes por jugar políticamente correcto terminaron en lo que terminaron, absolviendo a Juan Manuel Santos.
Los populismos de izquierda carnívora no son de ahora. Recordemos a la ANAPO en donde comenzó la destrucción del tejido humano y social del país. De la ANAPO surgió el M-19, movimiento guerrillero que secuestró al doctor Álvaro Gómez Hurtado (AGH), secuestro que permanece impune así como su vil asesinato al frente de la Universidad Sergio Arboleda en Bogotá.
Ese populismo, izquierda carnívora, donde se apela a la lucha de clases, a la estratificación social y cultural de las personas, a la equidad de género.
Como consecuencia de lo anterior, surge una alianza malévola con todos los males que circunden a Colombia tales como el narcotráfico, el enriquecimiento ilícito y el chance como en Córdoba, remember la López apoyada por el Partido Liberal y el Conservador.
En Armenia, en favor del populismo reinante, en donde se hacen puentes que no sirven para nada, pero, la obra se hizo. Este puente, lo hicieron y lo tuvieron que tumbar de nuevo, se robaron la plata.
Es que los carros no podían subir por el puente.
Ridículo, pero sucedió.
Como el puente de la Universidad Militar en Bogotá, una chambonada infinita.
Puente mal hecho, como el de Chirijara donde se esfumaron más de $70 billones en menos de tres minutos. Y nadie dice nada.
Entonces, tanto en Armenia como en Bogotá, aparecen los falsos profetas. Falsos profetas, Galán o Claudia Nayibe, que prometen de todo pero que al final todos sabemos cómo terminará el chico.
Como resultado de lo anterior, tenemos en Armenia a dos exgobernadoras, una llamada a juicio por la Corte Suprema de Justicia, para algo termina sirviendo la Justicia, otra alcaldesa inhabilitada de por vida por la Procuraduría General de la Nación. No se sabe qué pasó con la Fiscalía General de la Nación porque en este caso no operó.
Como no operó en el caso de AGH.
Una alcaldesa y su marido, presos y confesos.
Mientras tanto, Pardo sostiene que con las mujeres se acabará la corrupción en Bogotá, ¡hágame el favor!
El alcalde de la ANAPO, preso.
Hago la aclaración que los hechos que se describen en esta columna de opinión, que no es más que eso una columna de opinión de un ciudadano de a pie que recorre el país en época electoral; como lo hizo en Cartagena; la anterior información es de dominio público.
¿Qué podrá suceder en las próximas elecciones regionales del 27 de octubre en Armenia?
Que, finalmente, la ciudadanía se está uniendo en torno a una candidata quien durante 18 años demostró en su cargo como Defensora del Pueblo, sin tacha alguna, su amor por Armenia, su entrega, su sacrificio público en aras del bien común de la sociedad.
En ese contexto, el malqueriente Partido Conservador, como dirían en toros, tremenda afición taurina existe en el eje cafetero en general; como está sucediendo en todo el país por el apetito voraz y corrupto de sus dirigentes; se equivocó; como se equivocó en Bogotá y en Cundinamarca y en otras zonas del país.
En la época electoral en la que nos encontramos es importante que la ciudadanía sea consciente de a quién va a elegir.
Porque por cuenta de nuestros malos gobiernos, estamos sembrando el tapete rojo para que lleguen falsos profetas que terminarán incubando el Socialismo bolivariano del siglo 21, como está sucediendo en varias regiones de la costa, del eje cafetero y del resto del país.
Si no nos ponemos en el lado correcto de nuestra historia, la pesadilla cafetera se convertirá en una realidad.
Lo anterior, por lo demás, es un llamado de atención a nuestra clase dirigente. O lo hacemos bien y dejamos de jugar políticamente correcto o veremos con nuestros propios ojos la derrota del bien frente a todos los males que nos circundan.
Ya tenemos una muestra. La presencia de las Farc en el Congreso.
Puntilla: Mientras tanto, al valiente Coronel Mejía lo dan de baja. Nos quedamos con la humillación y la derrota.
Publicado: septiembre 17 de 2019
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