La coherencia no es, ni mucho menos, una característica de la candidata de izquierda a la alcaldía de Bogotá, la intemperante Claudia Nayibe López Hernández, persona que ha erigido su carrara política sobre una pila de contradicciones.
Es evidente que su sed de poder, no le permite trazar una línea ni definir una posición ideológica clara. En las presidenciales del año pasado, apoyó decidida y apasionadamente a Petro en la segunda vuelta presidencial, luego de su derrota como fórmula de Sergio Fajardo.
Cuando surgió el asqueroso video en el que Petro aparece contando gruesos fajos de dinero, Nayibe señaló al exterrorista del M-19, aseverando que sus explicaciones frente a lo que ella denominó el “videobillete”, eran insuficientes y brindadas “gota a gota”.
La indignación le duró muy poco. De cara a las elecciones para la alcaldía, buscando desesperadamente los votos que Petro tiene en Bogotá, no dudó un segundo en reunirse con él con el propósito de granjearse su apoyo. El objetivo de Nayibe era claro: que el petrismo respaldara su candidatura y no la de Hollman Morris.
Cuando se confirmó que Petro respaldaría al agresor de mujeres Hollman Morris, Claudia Nayibe retomó su virulencia verbal contra el exterrorista. En su cuenta de Twitter, la López le escribió a Petro que “tu que apoyas a un hombre que además de una denuncia de su ex esposa por maltrato tiene otras 2 denuncias por acoso sexual a mujeres, una de ellas de su equipo de trabajo, me vienes a dar lecciones de apoyo a las mujeres? (SIC)… Tu machismo, politiquería y egolatría desconciertan. Respeta! (SIC)”.
A pocas semanas de las elecciones, no son pocos los ciudadanos que se preguntan a cuál Claudia Nayibe López debe creérsele. ¿A la que en 2014 atacaba a Luis Eduardo “Lucho” Garzón señalándolo básicamente de ser un inútil que “calentaba silla” en el gobierno de Santos, o a la que emocionaba celebró el respaldo de ese sujeto a su candidatura, diciendo “¡Gracias Lucho! Nos une la vida, lo luchadores, apasionados, comprometidos y camelladores. Nos unimos por la vida, para que entre todos construyamos sobre lo construido, y recuperemos el rumbo y orgullo de Bogotá”?.
Ella, que se presenta como la adalid de la moralidad y pulcritud en el quehacer político, fue la principal promotora de la candidatura de René Leonardo Puentes a la alcaldía de Yopal, Casanare. Cuando Puentes ganó aquellas elecciones, Nayibe celebró la victoria de su candidato, diciendo que “Yopal nos ha dado ejemplo: con el poder del voto libre derrotamos la corrupción y ganamos! (SIC)”.
En mayo de este año, 6 meses después de haber sido elegido, Puentes fue capturado en el marco de una investigación relacionada con hechos de corrupción. En efecto, según la fiscalía general de la nación, ese sujeto participó en el saqueo de la capital casanareña, a través de contratos fantasma y convenios interadministrativos. Actualmente, el alcalde está siendo procesado por los delitos de interés indebido en la celebración de contratos, prevaricato y tráfico de influencias.
Sin duda alguna, una de las contradicciones más grandes y delicadas de Claudia Nayibe, en su condición de candidata a la alcaldía de Bogotá, tiene que ver con su polémica propuesta de establecer un “pico y placa” para los consumidores de drogas en los parques públicos. En una entrevista con la emisora W Radio, planteó que “debemos clasificar los parques, en parques netamente infantiles… Y en esos, establecer la prohibición prácticamente absoluta [de consumo de drogas] y decir, por ejemplo: en esos, de 6 de la mañana a 8 de la noche no puede haber ningún tipo de consumo. Listo, ya”.
Horas después, cuando descubrió que el grueso de la opinión pública estuvo en contra de su descabellada propuesta, en un debate en el canal Cable Noticias, negó estar de acuerdo con ese “pico y placa”, pero lo cierto es que sus palabras en W Radio, no dejan espacio para las dudas o interpretaciones.
Resultan altamente preocupantes sus ambivalencias frente a temas fundamentales para la ciudad. En 2014, cuando respaldaba a Enrique Peñalosa, defendió la figura de los colegios en concesión. Este modelo, es, en efecto, un gran complemento para la educación pública en la capital. Ahora, como candidata a la alcaldía, repudia dicha figura, tal y como se lee en su programa de gobierno, el cual goza del respaldo del Polo Democrático, partido de extrema izquierda, en el que militan personas como el senador pro Farc, Iván Cepeda.
Nayibe ha intentado presentarse como una candidata de centro. Pero sus apoyos, sus propuestas y sus planteamientos, son los de una persona de izquierda radical. Tanto es así, que su candidatura despierta simpatías en un sujeto de extrema y forjado en la ortodoxia comunista, como es el caso de Iván Cepeda, quien en las últimas horas, reveló estar buscando una alianza entre ella y el agresor de mujeres, Hollman Morris.
“Por el bien de Bogotá y del país, por un proyecto democrático y transparente, trabajo para lograr que @ClaudiaLopez y @HOLLMANMORRIS lleguen a una coalición política y programática”.
Lo cierto es que, sumado a su incontrolable agresividad, Claudia Nayibe López padece una suerte de bipolaridad política. Su ideología, enmarcada en la izquierda, no contempla ni la coherencia ni la consistencia. Su desbordada ambición, le impide establecer unos límites mínimos. No se puede olvidar que ella, por ejemplo, fue la madrina política del representante a la Cámara por el partido Verde, León Fredy Muñoz Lopera, capturado en el aeropuerto de Medellín con un alijo de cocaína en su poder.
Bogotá, una ciudad con una población que sobrepasa a los 7 millones de habitantes, no puede quedar en manos de una mujer incoherente, agresiva, intolerante, pero sobre todo, profundamente diletante.
La capital de Colombia, tiene que ser gobernada por una persona con experiencia en la administración pública y no por alguien que la única vez que ha ejercido un cargo administrativo, resultó involucrada en actos de corrupción: Claudia López, siendo directora del Departamento Administrativo de Acción Comunal, durante la primera alcaldía de Enrique Peñalosa -sí, ella en el pasado fue peñalosista- resultó sancionada por el contralor distrital de la época, quien le impuso una multa de $103 millones de pesos y una inhabilidad de 5 años para ocupar cargos públicos, sanción que Nayibe nunca cumplió, gracias a un mandado que le hicieron unos magistrados amigos, en la Corte Constitucional.
Publicado: septiembre 12 de 2019
3.5
ESA MUJER ??? …¡ ESO ES UN DISPARATE ! . NO SE SABE SÍ ES Ó NO ES , SI SUBE O BAJA , SI COME CON UNA Ó COME CON LAS DOS , SI VA Ó VIENE , SI QUIERE Ó NO QUIERE ….UNA POLITOLOGA » BIPOLAR » LLENDO Y VINIENDO POR LAS CALLES DE NINGUNA PARTE . ¿ COMO CARAJOS DEFINIR A ALGUIEN ASI ?………………COMO UN ABSOLUTO DISPARATE !!!!
5