Alicia Ribaldo acababa de cumplir 16 años, cuando fue brutalmente asesinada mientras trabajaba en uno de los más famosos cafés de Barranquilla. Era el año 1979 y a la niña le faltaban pocos meses para terminar el bachillerato. Aunque se conoce la identidad del asesino, éste jamás respondió por el crimen y hoy, después de 40 años, funge como representante a la Cámara.
Se trata de Cesar Lorduy quien además de no haber recibido castigo por el crimen de Alicia Ribaldo, en múltiples ocasiones se ha burlado en la cara de los familiares de la joven asesinada.
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Con el respaldo del clan Char, Lorduy fue elegido a la Cámara de Representantes el año pasado. Obtuvo una votación significativa: 72 mil votos -la más alta del Atlántico-.
Integra la comisión primera -encargada de asuntos constitucionales- y ha trascendido que es uno de los principales promotores del acto legislativo que busca reformar a la Constitución para efectos de incorporar la cadena perpetua para violadores, abusadores y asesinos de niños.
El propio Lorduy, ha sentenciado que “abusadores, violadores y asesinos de niñas y niños se han burlado de la sociedad que les ha garantizado derechos. Eso no les bastó y siguen causando dolor y muerte. A ellos se les anuncia que hoy en la comisión primera de la Cámara de Representantes se aprobó la cadena perpetua…”.
Si alguien tiene experiencia en burlarse de la sociedad y de la justicia es, precisamente el congresista Lorduy quien, gracias a las artimañas de un abogado para el que su madre trabajaba en la época en que ocurrió el asesinato de Alicia Ribaldo, evadió la acción de la ley y no pagó por el crimen que él cometió.
Lorduy no estuvo ni un minuto en la cárcel. Él, en evidente estado de embriaguez, le arrebató el arma al guardián del café en el que trabajaba Alicia Ribaldo, le apuntó a su cara y la mató. Fue un disparo a quemarropa, con sevicia, alevosía y evidente premeditación. No se trató de un accidente, como él ha querido insinuar a lo largo de todos estos años.
Muchos congresistas no conocen el pasado de su colega Lorduy y al ser consultados por este portal, no ocultaron su preocupación de que él se haya apropiado de la vocería del proyecto que busca establecer la cadena perpetua contra los violadores y asesinos de niños.
De hecho, empieza a hacer carrera en los pasillos del Capitolio la idea de bautizar esa norma con el nombre de “Ley Alicia Ribaldo”. Ya que no se hizo justicia frente a su brutal asesinato, al menos el legislador le puede rendir un homenaje a ella y a sus familiares que, a pesar del tiempo transcurrido, siguen exigiendo que el perpetrador del horrendo crimen, Cesar Lorduy, sea castigado.
Es evidente que en materia penal, las normas no pueden ser retroactivas, salvo que se trate de leyes favorables para los procesados. Pero hipotéticamente, si el crimen de Alicia no hubiera prescrito -Lorduy jamás fue sometido a un juicio-, seguramente él no estaría tan entusiasmado promoviendo la cadena perpetua, porque no hay duda ninguna de su responsabilidad en ese crimen.
Él mismo lo ha reconocido y se lo ha enrostrado, entre risas desafiantes, a la familia de la víctima. Y lo ha hecho, amparado tras la seguridad de que es legalmente imposible que se le someta a un juicio en el que claramente él resultaría condenado.
Mal mensaje le envía el Congreso de la República a la familia de Alicia Ribaldo, al permitir que Cesar Lorduy funja como portavoz del proyecto que impone la cadena perpetua a los asesinos de niños. Es como si la rama legislativa, tuviera interés de burlarse de ellos, como lo ha hecho el representante avalado por la familia Char durante estos últimos 40 años.
Publicado: agosto 20 de 2019
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