No deja de ser nauseabundo que la presidencia de la comisión de acusaciones haya quedado en manos de un congresista profundamente cuestionado: el santista John Jairo Cárdenas Morán, Representantes a la Cámara por el departamento del Cauca.
Elegido por el partido de La U, Cárdenas quedó en el ojo del huracán cuando se supo que la embajada de los Estados Unidos en Bogotá, notificó la cancelación de su visa.
Aunque esa misión diplomática no dio detalles de las razones que motivaron su decisión, lo cierto es que los antecedentes de Cárdenas encienden todas las alarmas, particularmente por sus vínculos con el corrupto fiscal de la JEP, Carlos Bermeo con quien tuvo relaciones comerciales. En 2014, Bermeo le dio $150 millones de pesos a Cárdenas, para la financiación de su campaña política.
Colombia se sorprendió cuando Bermeo fue capturado en flagrancia en el instante en el que, en compañía del corrupto Luis Alberto “El Tuerto”Gil, recibía un gigantesco soborno para evitar que el narcotraficante de las Farc, Jesús Sántrich, fuera extraditado hacia los Estados Unidos.
En los pasillos del Capitolio, se asevera que Bermeo fue nombrado en la JEP, por recomendación y presión de John Jairo Cárdenas Morán.
El representante caucano Cárdenas es uno de los más virulentos defensores del acuerdo de impunidad celebrado entre Juan Manuel Santos y la banda terrorista de las Farc. Desde su curul en la Cámara, se constituyó en uno de los más virulentos opositores a las legítimas objeciones que el presidente Iván Duque formuló frente a la ley estatutaria de la JEP.
En su momento, escribió que “objetar la JEP es desacato a la Corte Constitucional”.
En el Cauca, es ampliamente conocida su proclividad hacia las Farc y, particularmente, al expresidente Juan Manuel Santos.
Hoy, una de las grandes responsabilidades que tiene la comisión de acusaciones es, precisamente, la de adelantar las investigaciones contra Santos por sus vínculos con la empresa Odebrecht, firma que evidentemente irrigó miles de millones de pesos a la tesorería de sus campañas presidenciales de 2010 y 2014, hechos que tienen que ser aclarados y sancionados.
En 1994, cuando el congreso avocó la investigación contra el narcopresidente Ernesto Samper Pizano, la comisión de acusaciones estaba controlada por un congresista de bolsillo del procesado: el tristemente célebre Heyne Sorge Mogollón, representante a la cámara por el departamento de Córdoba, quien salió del congreso multimillonario, luego de haber hecho lo correspondiente para garantizar la preclusión a favor de Samper, quien a pesar de las pruebas que había en su contra, quedó impune.
Es evidente que John Jairo Cárdenas Morán se empleará a fondo para evitar que Santos sea sancionado por la comisión de acusaciones. Ese individuo, pasados 25 años del proceso 8000, será el “Mogollón” de Juan Manuel Santos.
Publicado: agosto 2 de 2019
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