¡Gracias! Mil veces gracias. Es lo primero que quiero decirle a cada uno de nuestros soldados y policías de la patria. Gracias por entregar su vida y su integridad cada día durante sus patrullajes en las selvas, océanos, ríos y en los cielos de nuestro amado país. Gracias por entregarse en cuerpo y alma a la protección de nuestra patria, su constitución y sus instituciones democráticas. Gracias porque a pesar de no conocerme siempre estás dispuesto a hacer miles de sacrificios por mi bienestar, seguridad y por la tranquilidad de toda Colombia.
Soy de los colombianos que siente orgullo y admiración por nuestros uniformados. Cada vez que tengo la oportunidad de agradecerlo lo hago, bien sea con un apretón de manos o con un pulgar arriba en carretera. Por esta razón me duele ver los ataques sistemáticos en su contra, los insultos a los que son sometidos y la pérdida paulatina de respeto que se evidencia en nuestra sociedad contra quienes son la columna vertebral del Estado de Derecho.
Y es que no hay otra palabra para describirlos: son héroes. Según la Real Academia de la Lengua Española, un héroe es “una persona que realiza una acción muy abnegada en beneficio de una causa noble”. Nuestros militares y policías dejan a un lado sus intereses personales, sacrifican sus vidas, se alejan de sus familias, se internan en la selva cargando más de 30 kilos en sus espaldas, realizando largas jornadas de patrullaje, visitando y protegiendo los lugares más recónditos de nuestra geografía nacional, con honor, lealtad y valor, con el único objetivo de defender nuestra bandera.
Hoy me he decidido a escribir, con profunda tristeza, este pequeño homenaje a nuestros soldados y policías, con el objetivo de invitar respetuosamente a mis conciudadanos a hacer una reflexión sobre el lugar que estamos otorgando a nuestros héroes, sobre el trato que están recibiendo y sobre nuestro deber de enaltecer su labor y exigir el debido respeto que merecen. Sobre sus hombros cargan una misión nada fácil: mantener la libertad, la soberanía y la paz en todo el territorio nacional.
Desde las instituciones del Estado debemos dar la pelea para proteger a nuestros militares, yo personalmente reafirmo mi compromiso para dar los debates y buscar garantías que protejan su labor y accionar. Pero desde la ciudadanía también debemos unirnos para exigir respeto por nuestros uniformados, protegerlos y hacerles sentir nuestra admiración y agradecimiento más profundo.
Parémosle-Bolas al respeto de nuestras autoridades e instituciones, la protección de la democracia y la constitución, ya que son estos los pilares que mantienen nuestra libertad, nuestros derechos y garantizan el crecimiento de Colombia como nación. No dejemos que los discursos populistas degraden a nuestros héroes y los conviertan en enemigos, ya que este es el camino directo al abismo, la pérdida total de valores y la destrucción moral de la sociedad. Los invito a rodear a nuestros soldados y policías y cerrar filas en defensa de su honor y su dignidad. Ellos han peleado muchas batallas por todos nosotros, llegó la hora de que nosotros demos la pelea por ellos.
Publicado: agosto 5 de 2019
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