Pido disculpas a mis lectores; la semana pasada y esta, no pude cumplir con mi cita semanal de escribir la columna para este portal que llevo en el alma. Tuve varios inconvenientes, de hecho, escribí una columna la semana pasada, pero me arrepentí de publicarla. Era sobre un burro que le gusta patear, el patea por varias causas, porque le gusta, porque le excita, porque le pagan y porque así se hace famoso… Ya saben ustedes que me gusta escribir sobre animales, pero recibí un sabio consejo de un hombre inteligente, el cual admiro y respeto: No escribir sobre burros.
Deje el burro a un lado mientras estaba en medio del ajetreo que conlleva un trasteo con 16 gatos y dos perros, uno de ellos, muy peligroso que me arrebató sangre, sudor y lágrimas.
Sé que les escribo casi siempre sobre política o corrupción, pero quiero que sepan lo duro que fueron estos días.
Los hombres que realizaron el trasteo, no querían entrar a la casa cuando vieron el Pitbull, acto seguido, me tocó trasladar primero a los perros al nuevo hogar y devolverme para ir trayendo a los gatos. Gato que agarraba, lo metía en el carro, los gatos por el estrés de ver tanto movimiento, se asustan, unos se vuelven agresivos y otros, simplemente salen corriendo. No tengo 16 jaulas y la mejor solución fue meterlos en el carro (sueltos…) ¡error! Tampoco pude meterlos todos en un solo viaje, ya van 5 viajes y aun me falta uno que no se deja agarrar. Motivo que ameritó, conseguir una jaula atrapa gatos, pero como vivía y vivo en una zona sin vecinos cercanos, a este paso de seguro que termino por agarrar a una zarigüeya. ¡Ah!, y como había traído primero a los perros que las cosas del trasteo, pues los hombres solo se limitaron a dejar las cosas en el portón de la casa. Poco a poco, arme de nuevo todo, colgué cuadros, organicé ropa, libros, etc, etc, etc… y a todo esto, se suma el inconveniente de no contar con que Movistar me dejara metida más de 5 veces para la instalación de Internet, teléfono y televisión. Por fin, los señores de UNE me solucionaron la situación. En el trayecto del antiguo al nuevo hogar, manejando sola con fieras sueltas, me sentía peor que la loca de los Simpson, afortunadamente nadie me vio, afortunadamente nadie me paró a pedirme papeles porque seguramente no hubiera bajado el vidrio y menos hubiera abierto una puerta. Qué pesados son los trasteos y más, cuando no hay hombres para una mano amiga. Tengo dolor muscular, las caderas y los brazos, ya no me dan y todos los días, debo devolverme a la antigua casa, para ver si el condenado de Silvestre se deja agarrar.
Poco entré a las redes sociales, de todo corazón, mil y mil disculpas. Prometo ponerme al día.
Se les quiere, se les respeta y creo que era justo que supieran qué había ocurrido.
P.D: 1. ”Asno de muchos, lobos se lo comen” y “La patada duele dependiendo del burro que la de”… ¡siga pateando!
P.D: 2. Movistar que mal servicio con los clientes. Y no fueron los asesores, fue el sistema, la plataforma que no encontró la solución.
Publicado: abril 4 de 2019
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