Cupos indicativos, auxilios parlamentarios o recientemente la famosa mermelada, son algunos de los nombres que ha recibido el hecho de otorgar burocracia y/o contratos (recursos públicos) a Congresistas o dirigentes de los diversos partidos políticos. ¿A cambio de qué? De guardar silencio o elevar la voz, dependiendo el caso, pero siempre todo, en favor del gobierno de turno.
Durante los últimos ocho años de mandato presidencial bajo Juan Manuel Santos, la mermelada se “institucionalizó” de manera grotesca y desvergonzada. La llamada Unidad Nacional, la cual estaba integrada por los partidos afines al gobierno en mención, votaba a pupitrazo limpio cualquier proyecto que favoreciera no los intereses de la Nación, no, sino los intereses personalísimos del gobierno Santos. O, en su defecto, obstaculizaba el debido trámite de algún proyecto que afectara esos mismos intereses. Durante estos años la repartija de mermelada tuvo un rechazo general por parte de la opinión pública y por algunos medios de información, y digo algunos porque otros también hacían parte de ese engranaje perverso, puesto que la pauta oficial abundaba en tales medios.
El país cansado de ello, creyó en la palabra de Duque y lo acompañó con su voto, dado que él se comprometió a eliminar esa horrenda práctica, cosa que ha cumplido hasta la fecha y confiamos que continúe así. Pero sí resulta curioso que muchos que criticaban la famosa mermelada hoy sean los mismos que señalen que por no otorgar tal dulce, la relación entre el legislativo y el ejecutivo va de mal en peor, y por ello la caída de varios proyectos de ley o actos legislativos presentados en los últimos meses. ¿Qué queremos entonces? ¿Qué comience un cambio en materia política así nos cueste un poco al inicio? ¿O es preferible seguir bajo la misma senda de corrupción?
Claro, yo sí soy partidario que los Ministros y Altos funcionarios del gobierno deben tener un poco más de tacto a la hora de relacionarse con el Congreso, ya que este cuenta con unos protocolos escritos y no escritos, y quizá por la inexperiencia por parte de algunos de los integrantes del gobierno se cometió uno que otro error, lo cual deben recomponerse. E igualmente debe mantenerse la línea de no mermelada. Costará un poco más, pero a futuro será lo mejor para la vida política del país.
Pero lo que sí podemos observar de manera clara, es como el Congreso se movía en el periodo 2010-2018 y como se ha movido en lo que va corrido de esta nueva legislatura. Un ritmo era con Santos y otro muy diferente con Duque. Ahí tenemos un ejemplo claro del Partido Liberal y más exactamente el Presidente de la Cámara de Representantes, el señor Chacón, quien no ha hecho más que oponerse a todo lo que venga de la Casa de Nariño. Al parecer le falta glucosa en su día a día.
Quedaron bastante mal acostumbrados algunos Senadores y Representantes, pero eso es lo de menos, lo que realmente interesa es el favorecimiento Nacional y no el personal. Presidente Duque, siga firme con su postura, que la ciudadanía le acompaña y respalda. No lo dude.
Publicado: abril 11 de 2019
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