Señor Ex – presidente, señor Ex – vicepresidente:
Reciban un cordial saludo, un poco más salado que dulce… Qué le vamos a hacer: ¡se acabó la mermelada!
Sabemos que la nostalgia que sienten por ese empalagoso y corrupto “manjar”, el mismo que, sospechamos, llenó de billetes los bolsillos de varios de sus súbditos (y, por supuesto, la bolsa Humana de “alias” Aureliano y sus muchachos), es motivo de intenso dolor…
Comprendemos que el malestar causado por la actitud honorable de Iván, como le suelen decir en privado los amigos al actual Jefe del Estado, es causante de pequeños “ataques de ira” para ustedes. Dios permita que logren recuperarse pronto, porque los cimbronazos en sus entrañas han de ser insoportables…
Dejen la pataleta, egregios amantes del presupuesto nacional, maestros de la intriga aguda, de la orden carente de ética, ausente de principios.
Ya fue mucho lo que pudieron festejar en los 8 años del gobierno anterior. (No vamos a herir susceptibilidades).
César, Germán, seamos claros: los colombianos de bien queremos invitarlos a modificar su costumbre de actuar como “vacas muertas” en camino destapado, cuando del tema de la paz se trata en la agenda colombiana.
Sin duda, Duque fue muy decente en el asunto aquél de las 6 objeciones. No le pidan otra cosa. Piensen en esos 25 millones de colombianos que en estos momentos están creciendo. Por amor a sus hijos y nietos, no les sigan haciendo el favor a los amigos del cartel de las Farc: ¡Ellos están metidos en las fauces del sistema judicial americano…!
Venerables ancianos de la cosa política, permitan que el ímpetu de una generación que no quiere más narcotráfico ni corrupción, sino oportunidades de emprendimiento y menos impuestos estúpidos, sea protagonista.
Ustedes son parte de la cúpula de nuestra pequeña republiqueta. Deberían dar ejemplo de buenos perdedores: llegó la hora de dar un paso al costado. Muéstrennos sus declaraciones de renta, dígannos que no tienen dinero escondido en ningún paraíso fiscal… Sin maricaditas ni bravuconadas, hágannos ese inmenso favor.
Con todo respeto: Duque no le jala a la pelea ni gusta de las camorras que usaban los antiguos manzanillos como estrategia de batalla. A ver si la cogen: a Duque le parece más apropiado el discurso bien argumentado. ¿Les queda grande entender eso?
Amable lector, si te parece que esta carta merece ser compartida, no dudes en hacerlo. #SinMaricaditasNiBravuconadas
Publicado: marzo 27 de 2019
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Estos personajes asquean.
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