La ministra de Trabajo, Alicia Arango, la tiene clara: la reforma pensional que requiere Colombia, debe ser estructural, razón por la que es fundamental que ésta sea fruto de una reflexión profunda que convoque a todos, absolutamente todos los sectores interesados.
El camino fácil sería el de elaborar un proyecto de ley sin mayor reflexión para efectos de que el Congreso apruebe cualquier cosa. Pero la responsabilidad obliga a que se presente un texto integral que contenga medidas de largo plazo.
Acá no se trata de concentrarse únicamente en los números, olvidando que el tema pensional afecta a seres humanos que trabajan a lo largo de su vida, pensando en un retiro sin carencias económicas.
Las cifras son elocuentes: en Colombia hay 22.6 millones de trabajadores y solamente 8.3 millones cotizan en los fondos privados o públicos de pensiones. Y esa realidad se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de la ministra Arango quien se ha trazado el objetivo de hallar el camino para que en nuestro país todos, sin excepción alguna, tengan derecho a una pensión, cuando cumplan con los requisitos establecidos en las normas.
Para tal efecto, el ministerio de Trabajo proyecta establecer una mesa de trabajo interdisciplinaria en la que participen académicos, expertos, congresistas, empresarios y, por supuesto, los trabajadores.
La premisa de la ministra es que la reforma incluya a todos los trabajadores, pero haciendo especial énfasis en los que hoy no tienen la capacidad de cotizar. La cifra de personas que ganan menos del salario mínimo es alarmante: el 44%. Ante esa realidad, Alicia Arango propone que en Colombia se pueda empezar a cotizar con base en las horas trabajadas, una medida que genera rechazo en algunas centrales obreras, pero que requiere ser introducida para poner a nuestro país al mismo nivel de muchos otros donde hay sistemas de seguridad social mucho más avanzados.
Se equivocan aquellos que en tono tremendista aseguran que la ley de reforma pensional debe ser presentada con urgencia, pues se corre el riesgo de aprobar una norma incompleta que no satisfaga las necesidades reales de los trabajadores.
Se ha dicho falsamente que el país está ad portas de una “bomba” pensional, cuando la realidad es que Colpensiones tiene exceso de liquidez, gracias a que en los últimos meses más de 155 mil personas que estaban en los fondos privados de pensiones, tomaron la decisión de pasar su ahorro al fondo público.
Así las cosas, no hay riesgo ninguno de que escasee el dinero para cumplir con el pago de las mesadas pensionales.
Este portal pudo establecer que la ministra Alicia Arango tiene previsto iniciar el proceso de análisis y discusión de la reforma pensional durante los primeros días del mes de febrero. Según el cronograma previsto, a lo largo del año se adelantará todo el proceso y se redactará el texto del proyecto que será presentado en 2020 para efectos de que el congreso de la República, debidamente ilustrado, proceda a la aprobación de la reforma pensional estructural que tanto necesita nuestro país.
Publicado: enero 17 de 2019