Una guerrilla, que por supuesto está fuera de las leyes nacionales, tiene la ventaja de poder actuar bajo sus reglas y no se somete al Derecho Internacional de los estados. Las tropas constitucionales, por su parte, realizan sus tareas controladas por las normas de la nación y de los tratados que regulan las relaciones con otros estados, los cuales pueden ser sobre comercio o las guerras, como lo es el Tratado de Roma, suscrito por Colombia . Las Fuerzas Armadas de cada país están sometidas a normas claras que delimitan sus funciones. Los subversivos no tienen lìmites. Por lo tanto suelen cometer delitosatroces como los calificados de lesa humanidad, los crímenes de guerra y el genocidio.
El ELN, Ejército de Liberación Nacional, que no es ejército y que no nos ha liberado de nada, desde hace veinte años pregona la paz. Hace veinte años o más, Comisiones de la más alta diversidad han explorado sus peticiones para dejar las armas y se integren a la democracia. Le hemos dado la vuelta al mundo en “encuentros”,”diálogos”, “aproximaciones” con apoyos de algunos gobiernos, la Iglesia Católica y personalidades políticas. Al fin de cada ciclo se despiden con la metra en bandolera y su oración matinal: “nupalom”(Ni un paso atrás, liberación o muerte). La espiritualidad del Eln se puede medir por la extraña militancia de sacerdotes como Domingo Laín, el cura Pérez ( Comandante) y Camilo Torres. Y así han transitado por la vida y la muerte desde 1963, con la complicidad de la Cuba de Fidel Castro y refugio en la Venezuela chavista. Por eso, exactamente por eso, no habrá paz en Colombia, mientras exista el gobierno de Nicolás Maduro.
El gobierno de Iván Duque ha heredado, además del estado en quiebra, la cama y la silla vacías, el monumento a la corrupción y los poemas del senador Roy Barreras, una mesa enjabonada y resbalosa con el Eln en La Habana. Como jefe de la delegación elena, opera Pablo Beltrán, miembro de Coce. La mesa ha estado suspendida desde que el Presidente Duque puso las cosas en su sitio de partida: no dialogaremos con el Eln si no deja libres a todos los secuestrados y cesan las hostilidades.
La respuesta de los guerrilleros elenos: hacer explotar una bomba de ochenta kilos de pentolita empotrada en un vehículo automotor, en la Escuela de Cadetes de la Policía Nacional causando la muerte de 21 personas y 78 heridos. El Presidente Duque reaccionó y dio por terminada la mesa, reactivò las órdenes de captura a todos los miembros de la delegación y le pidió al gobierno cubano, que con base en la legislación internacional, detuviera a los miembros del Eln y los entregara a las autoridades colombianas. Es obvio que Cuba no entregaría el grupo de guerrilleros, amigos y protegidos desde su fundación. Mientras esto ocurría en La Habana, en Venezuela el pueblo salía a las calles pidiendo la cabeza del dictador, apoyando al presidente constitucional y estimulado a los militares y policías a tomar la misma bandera popular de la nueva legalidad. Muerte, represión a fondo, indignación ciudadana. Es la agonía del régimen narco-chavista.
En La Habana sucedió un hecho sorprendente. ¡Oh! Virgen del Cobre. Un documento secreto superó al debate de los protocolos donde Colombia señalaba que los protocolos no pueden aplicarse cuando al invocarlos se està encubriendo un delito como el terrorismo. El documento secreto había sido firmado en La Habana, el 5 de abril de 2016 por el inefable Frank Pearl por parte del gobierno de Juan Manuel Santos y Antonio García por el Eln. Rubricado por los demás guerrilleros, dice “este documento es secreto y de él tendrán copia únicamente las partes”. Señala, además, que en caso de ruptura de los diálogos de paz, el gobierno colombiano trasladará la delegación guerrillera a territorio colombiano o a Venezuela, suspenderá las operaciones por 72 horas el área que acuerde el Eln para el buen retorno de los guerrilleros.
¿Cómo utilizar el DIH para amparar una guerrilla terrorista? Si el Tratado de Roma se atiene a una interpretación coherente, no puede servir a dos señores: clasifica y determina los delitos sometidos a la Corte Penal Internacional, y simultáneamente prohija la impunidad terrorista del Eln. Además, el tipo de ruptura de la mesa de diálogo no lo fue por las discrepancias conceptuales y operativas. La ruptura, en este caso concreto, se debe a un crimen que duele a los colombianos y a la comunidad civilizada y el Eln no ha conseguido la meta de la impunidad que obtuvieron las Farc, por la bondadosa e ilegal firma secreta salida del bolígrafo de Pearl y su patrono Juan Manuel Santos.
Jaime Jaramillo Panesso
Publicado: enero 29 de 2019