La llegada de los Soviets
El primer intento de la revolución rusa se dio en 1905. Solamente, fue hasta 1917 cuando la monarquía del Zar Nicolás II se encontraba en un momento de deterioro que se produce lo que se conoce como la revolución de febrero la cual ascendió al poder al primer comité central luego de la abdicación del Zar quien sufriera varios atentados ante de, posterior a su muerte. De paso, los Romanov fue una dinastía de casi tres siglos.
La palabra rusa “Soviet” significa Consejo o Junta.
Según Nin: El nacimiento de los soviets fue una creación espontánea debida cuenta el desarrollo natural de los comités de huelga. Su creación no se dio por cuenta de un movimiento político. Surgieron como consecuencia de la huelga textil en la ciudad de Ivánovo-Vosnesensk. Ivánovo-Vosnesensk era el centro más importante de la industria textil rusa. El movimiento obrero de dicha ciudad fue el primero que condujo a una huelga general posterior. (Nin Adreu, Los Soviets: Su origen, desarrollo y funciones, 1932).
La influencia de las ideas socialistas era muy fuerte, pero el movimiento se distinguía por una característica especial: la de que el papel directivo no lo desempeñaba el agitador de fuera ni el intelectual, como ocurría a menudo, sino los elementos de la propia masa obrera de la localidad. La masa, sin embargo, era generalmente inculta, como ocurre a menudo en los obreros de esa rama de industria. La cual se ha distinguido siempre, en todos los países, por las pésimas condiciones de trabajo.
Fue en la ciudad de Petersburgo donde se presentó el movimiento más largo de la huelga general. A mediados de noviembre el número de diputados del soviet era de 562 delegados, número similar al que cuenta la duma rusa en la actualidad.
El 4 de agosto de 1917 se produce la primera reunión plenaria del comité central en la cual se encontraron presentes: Stalin, Smilga, Bujarin, Dzerzhinsky, Rykov, Joffe, Dzhaparidze (Aliosha), Budnov, Sokolnikov, Oppokov (Lomov), Muranov, Sverdlov, Serguieyev (Artion), Miliutin, Noguin, Stasova, Kiseliov.
Desde entonces, el comunismo soviético lleva más de un siglo en el poder.
La llegada de Chávez
La llegada de Chávez al Palacio de Miraflores era cuestión de tiempo. Siete años después, en febrero de 1999, Chávez con la mirada atónita de un Caldera moribundo realizó su primera juramentación.
Chávez, produjo la primera intentona de toma del poder en noviembre de 1992 en medio de las crisis sociales, económica y de gobierno en que se encontraba la sociedad venezolana.
Al igual que Stalin quien contó con un alumno aventajado como lo fue Lenin, Chávez, quien juramentó tres veces, cuenta con Maduro quien va por su segunda.
Tristemente, para la situación de Venezuela, visualizar una salida en el mediano plazo al menos que suceda un evento extraordinario como lo fue con el linchamiento de Mussolini es complicado porque, además, nadie lo quiere tumbar, pero, al igual que Samper, tampoco se puede quedar.
Las dictaduras comunistas tienen la particularidad que duran más que un Bombril. La rusa lleva más de un siglo. Los Castro en Cuba más de 60. Ortega en Nicaragua. Si no es porque el Foro de Sao Pablo se cae en Suramérica, todavía tendríamos al Partido de los Trabajadores gobernando al Brasil. El inefable Evo Morales va para su cuarto periodo. Los Kirchner en Argentina.
Para los comunistas el tema es de consistencia, perseverancia, constancia, con el fin de producir lo que se conoce como las condiciones objetivas para la toma del poder bien sea por las armas, como lo mencionó Iván Márquez en su última aparición, o, por la democracia relativa como sucede en Bogotá desde hace más de dos décadas.
Por lo tanto, será el mismo bravo pueblo venezolano quien deberá romper su propio yugo.
Los alemanes orientales nos entregaron un ejemplo sobre el cómo se pueden tumbar a las dictaduras comunistas. Antes, la primavera de Praga en el 68 aplastada por los tanques soviéticos.
Putin, tiene el antecedente que le quitó el apoyo a Sadam Huseein. Meses después, Hussein sería colgado, al igual que Mussolini, por su misma gente.
¿Serían capaces Trump y Putin de “negociar” una intervención militar conjunta en Venezuela? ¿Terminará Maduro como Hussein o Mussolini?
Mientras tanto, todos los intentos de la comunidad internacional y del mismo presidente Iván Duque Márquez para presionar a que Maduro deje el poder serán en vano porque mientras cuente con los apoyos a nivel internacional, más la santería cubana, no habrá nada que hacer. Además, los comunistas utilizan el diálogo como una estrategia para ganar tiempo durante las crisis.
Puntilla: Más temprano que tarde, a Maduro junto con todo su régimen corrupto y amoral le llegará su caída como la del Muro de Berlín.
Publicado: enero 15 de 2019