Es la historia de José Filemón. Obrero, 42 años y su andar doblado al ingresar al consultorio anuncio el diagnostico. Dolor de espalda con irradiación hacia la pierna derecha; calambres en la pierna que le producen risa, imposibilidad para estirarla y marcada restricción para todos los movimientos .Pararse era enchufar un cable eléctrico que desde el piso incendiaba la planta de los pies hasta el glúteo.
A los 3 días me trajo la resonancia de columna vertebral que le había solicitado: una hernia discal, fragmento migrado con importante compresión sobre la raíz lumbar. 6 semanas de síntomas sin respuesta al tratamiento y limitación. Cirugía: la mejor conducta.
“Quíteme el dolor por favor. No tengo la plata para operarme hoy, pero Doctor quiero que Usted sea quien lo haga”.
Se despidió diciendo: “haré un préstamo a la cooperativa y apenas la tenga le aviso.”
Cada dos semanas llamaba a mi asistente; va en camino el préstamo.
Hoy llamó y con el dinero de la cirugía llegó a consulta. Caminaba torcido, sin embargo los calambres eran menores. Su servicio de salud le había autorizado la resonancia al inicio de síntomas y para no perder la orden se hizo el nuevo estudio. (¡Recordé a Julio Flórez, “Todo nos llega tarde…! hasta la muerte ¡”)
De su bolso y al lado del dinero del préstamo guardaba el CD de la resonancia. Quiso entregarme ambas, solo acepte el CD. Lo revise y que sorpresa. La hernia discal había desparecido. (Nucleolisis espontanea del disco extruido, fenómeno descrito en la literatura desde 1945 que ocurre en menos del 5% de los pacientes). La reacción inflamatoria que produce el fragmento herniado desencadena respuesta inmunológica y por fagocitosis los mecanismos de defensa del individuo lo eliminan.
José Filemón le dije: a Usted ya le operaron.
“No Doctor, solo me operaria con Usted y hasta hoy me dieron la plata del préstamo”.
A Usted le operó el mejor: la naturaleza.
Pensé en José Filemón contando su historia en casa, el lunes reintegrando el préstamo a la Cooperativa, el fastidio de la encargada de hacer la devolución de la obligación y el inicio del nuevo programa de rehabilitación para su columna.
Dormí profundo, soñé con Hipócrates. Nuestro juramento; en los imperativos que nos rigen y la gran oportunidad de navidad que me dio, después de 33 años de ejercicio: la renovación de mis votos profesionales.
Publicado: diciembre 21 de 2018
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