Los gobiernos de izquierda solo han logrado mantenerse en el poder, a punta de sobornar funcionarios, repartir mermelada, y entregar grandes dádivas a suscírculos cercanos.
Resultan tan tóxicos esos gobiernos y esas personas para una democracia, que a su paso, socavan todo el erario de las entidades que tienen bajo sus mandos. Ocurrió en Bogotá con Petro cuando fue alcalde de Bogotá.
Gustavo Petro puede ser que no sea muy diferente al resto de los políticos, lamayoría hace compromisos en campaña que se paga con contratación, favores a los amigos, prebendas etc. Eso no es novedad, lo que resulta de baja calaña bajo todo punto de vista, es que se camufla en el discurso de la lucha contra la corrupción, lo que resulta sorprendente para quienes lo conocimos de cerca, es ver que hace lo mismo y a un modo mayor y más avanzado, a eso que tanto dice odiar y criticar.
En el año 2012, en medio de mi paso por la Bogotá Humana, le pregunté a Daniel Winograd cuál consideraba que era el éxito en la votación de Petro. Daniel, un hombrecillo que se inflaba de forma muy fácil, no ahorro en detalle para describirme su aporte a la campaña.
Winograd es un estratega publicitario que tenia una agencia de publicidad de capacaída. A su única diseñadora de planta, se la llevó a trabajar al distrito. Sus pocos recursos los inyectó en esa campaña. Se la jugó con una estrategia publicitaria, fue el creador de la frase «La Bogotá Humana», el logo Progresistas y quien puso el grueso para publicar y repartir un millón de periodicos en plena campaña. Con el paso del tiempo, después de la victoria, Winograd llegó a la alcaldía como contratista pero era quien realmente manejaba toda la publicidad del distrito, él decidía todo, decidía desde a quien se debía contratar para realizar los uniformes en la secretaria de Salud hasta la impresión de cartillas de la Secretaria de Educación. Solo el daba el visto bueno, con tan buena suerte, que a su propia agencia de publicidad (que estaba de capa caída), la puso a contratar nuevamente con el distrito! de eso hay mucha información pero en este país, nada pasa. La noticia fue escándalo de tres dias en varios medios como Revista Semana, la Fm con Vicky Davila y la Silla Vacia bajo la pluma de Laura Arrieta.
De igual manera, dejo que sus amigos, redireccionaran contratación multimillonaria para favorecerse a si mismo, muchas veces permitió que su mujer, exigiera adjudicar contratos para X o Y persona. Muchos funcionarios, prefirieron renunciar, es el caso de David Suarez, a quien seguramente hoy le preguntaran por qué renunció, y dirá que fue por razones ajenas.
A mi salida de la Bogotá «humana», me abordó Alejandro Botero, quien fue el ventilador del Carrusel de la contratación de Samuel Moreno. Alejandro, me contó que él le había entregado todos los pormenores de la corrupción de Samuel a Petro y que con esa bandera y las denuncias que Petro formuló en aquel entonces, le sirvió de trampolín para ser el alcalde de Bogotá. Manifestó que habian realizado varios compromisos con Petro, compromisos en donde lo iban a meter a él en contratación pero que Petro no le cumplió y que el está vez, quería entregar de nuevo información de cómo Petro estaba haciendo lo mismo que hizo Samuel Moreno.
Me contó de Petro en un apartamento de Bogotá que lo comprometía muy feo y que donde esa evidencia, saliera a la luz publica, seria un escándalo que acarrearía la muerte política de Petro. Al señor Botero lo puse en contacto con un medio de comunicación pero el hombre no salió con nada.
Hoy Petro es protagonista del vídeo en donde acaricia los billetes, en donde está enredado y cada vez que trata de aclarar la procedencia de ese dinero, se hunde más. Me llama la atención que Petro manifiesta que solo se enteró del vídeo en el año 2015. no entiendo por qué yo sabia en el año 2013 de ese vídeo, a no ser, que sea otro…
A Petro y a esa izquierda corrupta con las manos llenas de sangre, se les debe quitar la mascara.
Ya es hora.
Publicado: diciembre 6 de 2018
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