Cualquier manifestación de antisemitismo es perfecta y totalmente inaceptable. La humanidad ya aprendió la lección que arrojó el totalitarismo de izquierda y derecha que a comienzos del siglo pasado acabó con la vida de millones de judíos.
Hoy en día, son muchos los países que castigan con cárcel cualquier expresión de odio o que incite al odio, particularmente contra el pueblo judío que harta sangre derramó y mucho sufrimiento ha tenido que pagar para vivir en libertad.
Hace algunos años, cuando empezaba el boom de las redes sociales, un juez de Navarra –España-, condenó a un hombre a 18 meses de prisión por haber publicado en su muro de Facebook un video con contenido antisemita.
En la Alemania Nazi, uno de los canales que más impacto tuvo para la generación del odio hacia los judíos fue, precisamente, el de las caricaturas. Una de ellas fue particularmente ofensiva: la de un pulpo con la estrella de David en la frente, aferrando en sus tentáculos el globo terráqueo.
Con ese dibujo, los propagandistas de Hitler, resumieron parte del discurso de odio que sostenía que los judíos eran los dueños del planeta.
A mediados de este año, en Alemania, la anciana Úrsula Haverbeck fue sentenciada a dos años de prisión, luego de publicar múltiples escritos en los que negó el holocausto, llegando al extremo inaudito de aseverar que Aushwitz no fue un campo dedicado al exterminio de judíos, sino un lugar pacífico de trabajo.
Ha causado verdadero estupor un trino salvaje emitido por el cuestionado caricaturista, alias Matador, en el que humilla de forma desproporcionada al Estado de Israel.
En efecto, dicho dibujante, escribió“Israelíes de mierda, cobardes hijos de puta”, para referirse a un videodescontextualizado de una intervención de unos soldados respecto de un menor de edad.
La reacción no se hizo esperar. De manera inmediata, el embajador de Israel en Bogotá, Marco Sermoneta expresó en tono enérgico su rechazo e hizo un llamado a todos los periodistas colombianos para que se sumen a su voz de protesta.
Por su parte, el señor Marcos Peckel, quien es el director de la comunidad judía de Colombia, lanzó un trino contra el caricaturista: “Señor Matador. No lo he visto trinar contra saudíes, iraníes y rusos por las decenas de miles de niños que han masacrado. Menos contra Ortega o Maduro. Tampoco por los judíos asesinados en Pittsburgh. Sus trinos son hipócritas y caricaturas suyas son abiertamente antisemitas”.
Lo cierto es que Matador tiene todo el derecho a expresar sus opiniones, pero no a estimular el odio contra un pueblo que ha puesto millones de muertos a lo largo de la historia. Con el gobierno de Israel y su proceder se puede estar a favor o en contra, pero ello no faculta a nadie para fomentar la ira que puede desembocar en acciones de violencia.
Dado que la cuenta de Twitter del caricaturista Matador -@matadoreltiempo- utiliza el nombre de la marca del diario El Tiempo, no queda claro si sus expresiones reflejan o no la opinión de esa importante casa editorial de Colombia. Hasta el momento, el periódico no ha dicho nada al respecto y no ha rechazado públicamente dicha publicación que tiene ofendido no solo a los judíos, sino a muchos colombianos que han sido históricamente solidarios con ellos.
Publicado: diciembre 13 de 2018
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