Los lamentables hechos ocurridos en Mapiripán, en el departamento de Meta, obligan a recordar la masacre que ocurrió en dicha localidad hace más de 20 años, matanza de ciudadanos inermes que sirvió para que la cuestionada ONG denominada colectivo de abogados José Alvear Restrepoinventara falsas víctimas con las que reclamaron miles de millones de pesos de indemnización, defraudando las arcas estatales.
En 1997, los paramilitares, con el apoyo de un coronel corrupto del ejército, fueron los responsables de las muertes que allí ocurrieron.
Hace pocos días, la tragedia volvió a ese olvidado municipio a orillas del río Guaviare.
Esta vez, 6 personas perdieron la vida en una finca abandonada ubicada en la vereda llamada La Realidad.
De acuerdo con la información conocida por este portal, las personas asesinadas eran disidentes de las AUC que fueron ajusticiados por terroristas de las Farc en una batalla por el control de las rutas para el tráfico de estupefacientes.
Habitantes de esa región, ven con preocupación cómo las estructuras ilegales, particularmente las Farc, han ido rearmándose y fortaleciendo su capacidad de intimidación para convertirse en los amos y señores de la zona.
Existen alertas en el sentido de que en la parte baja de Mapiripán se está enervando una descomunal guerra por el control de los cultivos ilícitos, los laboratorios para la elaboración de la cocaína y las rutas para el tráfico de aquel estupefaciente.
Gran desafío tiene por delante la nueva cúpula de las Fuerzas Militares para contener a esos peligrosos delincuentes que fácilmente pueden ser bautizados como los “hijos” del acuerdo de supuesta paz celebrado entre Juan Manuel Santos y el capo del narcotráfico, alias Timochenko.
Lo cierto es que el episodio que se registró en las últimas horas en Mapiripán fue un ajuste de cuentas gansteril entre bandidos que están dispuestos a todo con tal de apropiarse del negocio maldito del narcotráfico, el cual creció exponencialmente durante el gobierno anterior.
Publicado: diciembre 20 de 2018
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