Empezó noviembre con su alegría y el gobierno Duque tiene que cuadrar la caja. Es por esto que ya mostró cuales son los pilares de la Ley de Financiamiento con la cual cree que puede enderezar las finanzas tan estropeadas que le dejó su antecesor.
Es una tarea muy complicada porque no hay mucho margen de maniobra. Hoy en día la tributación en Colombia es muy alta, tanto para las empresas que les cuesta trabajo ser competitivas, como para las personas naturales que pagan impuestos. Por consiguiente, solamente se pueden conseguir nuevos recursos de las siguientes maneras:
- Aumentando la base de personas que deben pagar impuestos. En España, un país con una población semejante a la nuestra, pagan impuestos 20 millones de personas mientras en Colombia no llegamos a 3 millones. Para esto, se debe bajar el monto de ingresos anuales mínimo para hacerlo, algo muy difícil porque sería la clase media baja la más perjudicada.
- Adicionando el pago del IVA a más productos de la canasta familiar. Esto lo ligaron a devolver ese impuesto a los estratos más bajos, pero es muy sensible y es un arma de batalla muy buena para la oposición.
- Crear un nuevo impuesto al patrimonio que paguen las empresas y personas con patrimonios altos.
Una cosa son los números y otra la realidad económica. Ninguno de estos termina generando desarrollo, es más, le ponen una tranca a la economía.
Vale la pena que nos comenten cuántos colombianos cambiaron su nacionalidad durante el gobierno Santos por cuenta de la renta presuntiva y el impuesto al patrimonio, que es un impuesto absolutamente regresivo y muy pocos países lo cobran porque lo ideal es pagar impuestos por utilidades o ingresos.
Sobre el hecho de adicionar a más productos de la canasta familiar el IVA, veo los siguientes inconvenientes que no son de poca monta:
- Creo que los gobernantes nos deben una reforma tributaria estructural de verdad donde se simplifique el estatuto tributario y se le dejen de poner parches al actual. Esto ayudaría a mejorar el recaudo, disminuiría las exenciones y, para el mismo gobierno, sería más fácil la supervisión. ¿Qué tal un IVA del 12% para todos los productos sin excepción?
- Si el gobierno anterior no logró aumentar el IVA a productos de la canasta familiar con el 80% del Congreso repleto de mermelada, no veo claro cómo lo va a hacer este gobierno con mayorías exiguas y sin mermelada. Personalmente, creo que esta no tiene viabilidad y sin esta la ley de financiamiento sería inane porque es el IVA lo que más aumenta el recaudo. Aplaudo que no haya mermelada porque muchas veces sale lo comido por lo servido, pero entonces se debe buscar otra fuente financiamiento del déficit.
Mi sentir es que el problema no es tanto de ingresos sino de gastos. Debe haber una reducción de gastos de funcionamiento radical, que acabe una cantidad de vagabunderías, de cargos que no se necesitan y de contratos a dedo que terminan malgastando los recursos públicos. Temas como:
- Publicidad estatal
- Uniformes con loguitos en todas las entidades públicas.
- Disminuir ostensiblemente la viajadera. Es muy alto el costo de mantenimiento y de gasolina de las flotas de aviones y carros que tienen a su cargo los ministerios y entidades públicas. Se hace mucho más en la oficina que perdiendo tiempo en desplazamientos.
- Disminuir los esquemas de seguridad de muchos empleados públicos que claramente no lo necesitan. Los guardaespaldas terminan siendo más mensajeros y choferes.
- Revisar y acabar la cantidad de contratos de prestación de servicios que han venido prorrogándose desde hace tiempo y que no se necesitan, especialmente de personal.
- Acabar con entidades que son elefantes blancos y que solo generan gastos, burocracia y corrupción.
Aunque sé que el listado anterior es más un sueño difícil de lograr, debemos ensayar y empezar por algo, porque por ahora sin IVA no hay futuro.
Publicado: noviembre 5 de 2018
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