No es protesta social ni una marcha pacífica para defender sus derechos. Los actos de vandalismo y terrorismo observados en Bogotá por parte de algunos estudiantes que por poco incendian las instalaciones de la emisora RCN, deben ser investigados y los responsables encarcelados y condenados.
Esas escenas violentas son la consecuencia de la irresponsabilidad de Gustavo Petro, jefe chavista que se ha dedicado a incitar acciones violentas, por parte de los estudiantes. No es la primera vez y de no aplicarse los correctivos necesarios, estos episodios seguirán repitiéndose y las consecuencias pueden llegar a ser trágicas.
Petro tiene la culpa de lo que ha sucedido. Hace 33 años, la banda terrorista a la que él perteneció, incendió el Palacio de Justicia, acción demencial que cobró la vida de más de 90 personas. Ahora, un grupo de facinerosos de la peor condición, estuvo a punto de incendiar una de las emisoras radiales más importantes de nuestro país.
Para nadie es un secreto el odio que Petro tiene contra los grupos económicos y contra la prensa libre que se ha encargado de mostrar su talante autoritario y, por qué no decirlo, criminal.
Las autoridades tienen la obligación de investigar estos hechos promovidos por el señor Petro quien deberá responder penalmente por esas acciones criminales.
Publicado: noviembre 8 de 2018
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