Desde su regreso a la radio, el periodista Yamit Palacio se ha tratado de reinventar, fungiendo como el implacable en contra de todo lo que huela a uribismo. Su evidente simpatía por la izquierda, lo ha convertido en un activista político embozado que no tiene el valor de reconocer abierta y públicamente su militancia ideológica.
Curioso, es sí, que cuando trabajaba en RCN, su virulencia estaba “adormilada”. Ahora, que ha tenido un “resucitar profesional”, no ha ahorrado esfuerzos para cuestionar inmerecidamente y, en algunos casos, mentir sobre el gobierno del presidente Duque.
Llegó al extremo inaudito de asegurar, por ejemplo, que el gobierno había sufragado un evento en el que se lanzó el denominado Pacto por el Desarrollo Sostenible de la Orinoquía, cuando se trató de una actividad financiada por organizaciones como el BID y el Banco Mundial y la participación del presidente Duque se limitó a la de cumplir una invitación extendida por los organizadores de dicho evento.
En tiempos de dificultades económicas, cuando el gobierno está buscando alternativas para llenar el hueco presupuestas que dejó el gobierno de Santos, se ha visto cómo la administración ha implementado medidas eficaces e inmediatas de austeridad en el gasto.
De hecho, el presidente Duque suscribió recientemente una directiva en la que ordena la reducción de gastos innecesarios como pasajes en primera clase y fiestas en entidades públicas, entre otros. Gracias a ese ajuste, durante el cuatrienio se ahorrarán más de $6 billones de pesos.
Aquel no será el único ahorro del gobierno nacional que está sincera y profundamente comprometido con la austeridad, uno de los pilares del Centro Democrático, partido del presidente Iván Duque.
Inventar, como lo hizo el periodista Yamit Palacio, que la Casa de Nariño había pagado el evento de la Orinoquía colombiana, además de ser una gran mentira, tiene el efecto ruin de caldear los ánimos en momentos en los que se adelanta la discusión y el debate sobre la ley de financiamiento, la cual es necesaria, precisamente por la quiebra en la que quedó Colombia después del corrupto gobierno de Juan Manuel Santos, ese mismo al que Palacio trata con guante de seda.
Nadie se opone a que al gobierno se le cuestionen los errores que eventualmente puedan cometerse, pero las denuncias y quejas deben hacerse con apego a la verdad y no mintiendo ferozmente como en efecto hizo el agresivo izquierdista, Yamit Palacio, ese mismo que pretende reinventarse, fungiendo como el “malo” de la emisora, para camuflar una asfixiante militancia socialista.
Publicado: noviembre 13 de 2018
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