Se trata, sin lugar a dudas, de uno de los más peligrosos terroristas y narcotraficantes de las Farc. Su talante sanguinario fue lo que lo proyectó al interior de esa banda criminal que en su momento le encargó la “comandancia” de uno de sus cuadrillas más violentas: la columna móvil Teófilo Forero.
El país lo conoció luego de que fuera sindicado de haber matado a sangre fría a la familia Turbay Cote, en una carretera en el departamento del Caquetá, durante los oscuros años del despeje caguanero, decretado por el fallido gobierno de Pastrana.
Así mismo, ese terrorista que más parece una máquina de la muerte, fue el encargado de liderar la toma a la base militar de Las Delicias en agosto de 1996, acción demencial que desembocó en el asesinato aleve de 27 militares y el secuestro de 60 más.
El Paisa, ese mismo al que Juan Manuel Santos le concedió una amnistía de facto, se convirtió en el verdugo de la familia Lozada en el Huila. Primero, secuestró a Gloria Polanco de Lozada y a sus dos hijos, menores de edad. Después, extorsionó y martirizó al exgobernador y excongresista Jaime Lozada a quien -después de exigirle el pago de una multimillonaria suma de dinero por la liberación de su esposa e hijos- asesinó cobardemente en la carretera entre Gigante y Hobo en el Huila.
Pedido en extradición por los Estados Unidos, país que lo busca para que responda por los delitos de secuestro, terrorismo y apoyo material a una organización terrorista internacional, por su captura se ofrece una jugosa recompensa de $2.5 millones de dólares.
Se ha sabido que después de la supuesta desmovilización de las Farc como consecuencia de la entrada en vigor del ilegítimo acuerdo entre Santos y Timochenko, alias El Paisa continuó delinquiendo descaradamente, al extremo de haber emprendido fuga cuando fue notificado de la captura con fines de extradición del capo alias Jesús Sántrich.
Desde hace mucho se sabía que El Paisa estaba escondido y la JEP no hizo absolutamente nada para ubicarlo. Ese sujeto no es un arcángel. Se trata de un terrorista capaz de cometer la peor de las acciones criminales. Una persona que ha observado a lo largo de su vida un desprecio absoluto por la vida humana. A sabiendas de aquello, la cuestionada jurisdicción especial para la paz abrió el camino para que se escabullera.
En este momento nadie sabe dónde se encuentra. Seguramente la dictadura criminal de Venezuela abrió sus puertas para que El Paisa se esconda en el vecino país.
Ha trascendido que el principal lugarteniente de ese terrorista, el también extraditable Iván Márquez ha enviado una carta manifestando su voluntad de continuar en la JEP.
Lo que los alcahueta de las JEP no han querido hacer es lo que el país demanda: que se diga dónde se encuentra Márquez, porque una carta puede ser enviada desde cualquier lugar del planeta.
Para nadie es un secreto que Sántrich, El Paisa e Iván Márquez eran los cabecillas del cartel de narcotráfico que las Farc, con la venia de Santos, dejaron operando después de la entrada en vigor del acuerdo con esa banda terrorista.
Publicado: octubre 25 de 2018
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