Lo advirtió el canciller Carlos Holmes Trujillo: en los próximos meses, 4 millones de venezolanos saldrán huyendo de la dictadura de su país y muchos de ellos pasaran o se quedarán en Colombia, lo cual es un problema aún más grande del que tenemos en este momento por cuenta de la inmigración de ciudadanos de aquel martirizado país.
La política exterior del gobierno Duque respecto de Venezuela ha sido contundente y totalmente coherente con el programa de gobierno uribista. El ministro de Relaciones Exteriores fue claro desde antes de posesionarse: a la dictadura venezolana no se le va a dar ningún tipo de reconocimiento. Por eso, lo primero que hizo como canciller fue formalizar el retiro de Colombia de UNASUR, organismo creado para legitimar a los regímenes del denominado socialismo del siglo XXI, particularmente la dictadura chavista.
- Puede leer Adiós UNASUR.
En este momento está de visita en nuestro país el exvicepresidente de Guatemala, Eduardo Stein, quien fue designado por solicitud colombiana, como representante de la ONU para atender a los migrantes y refugiados venezolanos.
Como es sabido, el dictador Maduro reaccionó violentamente ante la designación de Stein, lo cual demuestra que la ONU efectivamente acertó con ese nombramiento.
Stein debe entender que Colombia no tiene ni el dinero ni la infraestructura para atender en solitario la inmigración masiva de venezolanos. Las escenas lamentables que hoy se registran en distintas ciudades y poblaciones de Colombia seguirán repitiéndose quién sabe durante cuánto tiempo.
Colombia no puede seguir sola haciéndole frente a la tragedia migratoria venezolana. Los ciudadanos de aquel país que huyen de la violenta dictadura tienen derecho a una vida medianamente decorosa, digna y con garantías básicas de salud, vivienda y educación. Y ante esa situación, el canciller Trujillo ha adoptado una audaz estrategia, totalmente proactiva y en la que se involucra a distintos países y organismos, como las Naciones Unidas.
Igualmente, el gobierno colombiano buscará ayuda en la Unión Europea y el Vaticano para efectos de conseguir mayores recursos para financiar la multimillonaria operación de recepción de los venezolanos que han llegado y continúan llegando a nuestro territorio.
El dictador venezolano, Nicolás Maduro ha intentado burlarse de las personas que huyen de su país, llegando al extremo inaudito de asegurar que no es cierto que tanta gente haya salido y que todo responde a una estrategia de “guerra psicológica” urdida por Colombia y Estados Unidos cuyo propósito es el de “ambientar una intervención militar”.
Como cualquier régimen autoritario, en días pasados la tiranía dirigida por Maduro creó una policía encargada de perseguir, castigar y si es del caso encarcelar a todos aquellos ciudadanos venezolanos que intenten salir del país.
Al parecer, la primera acción de esa nueva acción de represión fue el asesinato aleve del concejal opositor Fernando Albán, apresado ilegalmente por matones adscritos a la policía política SEBIN –Servicio Bolivariano de Inteligencia- que luego de torturarlo y asesinarlo, resolvieron lanzarlo desde una ventana ubicada en el piso 10 del edificio donde funciona esa estructura criminal adscrita al Palacio de Miraflores.
Otra realidad a la que tendrá que hacerle frente nuestro país es el de la inminente llegada de líderes opositores que buscarán asilo político, como sucedió con el dirigente Julio Borges, a quien Maduro pidió en extradición seguramente para asesinarlo en las instalaciones del SEBIN.
El presidente Duque y el canciller Trujillo no solo se opusieron a entregar a Borges, sino que además le concedieron refugio en nuestro país para efectos de garantizarle su integridad.
Lo cierto es que los colombianos tenemos que estar preparados para lo que se viene con Venezuela. Hay que entender que los ciudadanos de aquel país son víctimas de un salvaje que asesina a su pueblo y que persigue a quien se atreva a cuestionarlo. Y como ha dicho el presidente Uribe, la solución llegará cuando las Fuerzas Armadas venezolanas, en un acto heroico emprendan las acciones que corresponda para reestablecer el régimen democrático en ese país, lo cual pasa, indefectiblemente, por la remoción de Maduro y toda la cuadrilla de criminales que lo rodean.
Publicado: octubre 16 de 2018
Los comentarios están cerrados.