En medio de su apretada agenda en la ciudad de Miami, el embajador de Colombia en los Estados Unidos, habló con LOS IRREVERENTES sobre la noticia que publicó la periodista brasilera Sylvia Colombo, corresponsal del periódico Folha y quien es una abierta militante política en contra del recientemente elegido presidente Jair Bolsonaro.
Con toda la irresponsabilidad y ligereza, la señora Colombo publicó una noticia según la cual un “alto funcionario diplomático de Colombia” en Washington le había confirmado que Colombia respaldaría una intervención brasilera en caso de que Bolsonaro ganara las elecciones.
Con toda la claridad y contundencia, el embajador Santos le ratificó a este portal que “jamás he hablado con esa periodista y por supuesto no he planteado ni ante ella ni ante absolutamente nadie semejante despropósito. Sin lugar a dudas esa es una fake news que merece ser rechazada y señalada por todos”.
Hace unos días, en la residencia de la Embajada de Colombia en la ciudad de Washington tuvo lugar una recepción en la que se le rindió un homenaje al reconocido periodista Juan Carlos Iragorri, quien después de varios años en la capital estadounidense, decidió mudarse a la ciudad de Madrid. A dicho evento social asistieron más 60 periodistas de distintas nacionalidades, entre ellos la señora Colombo.
Pero se ha podido confirmar que ella no habló en privado con el embajador Santos y mucho menos tuvo una entrevista con él.
La comunicadora, con toda la irresponsabilidad del caso ha dado a entender que su fuente es el embajador colombiano en Washington. Dada la gravedad de la noticia que ha publicado, corresponde que la periodista publique, en el término de la distancia, la grabación de dicha entrevista o el video de la misma.
Lo que no puede suceder es que la señora Colombo, cuya animadversión hacia el presidente electo Jair Bolsonaro es evidente, haga politiquería e invente noticias mintiendo y poniendo en aprietos a la política exterior colombiana.
Para nadie es desconocido el talante frentero de Francisco Santos quien tiene como norma el dar los debates de frente, sin mandar razones ni enviar mensajes sibilinos. Está claro que la señora Colombo prefabricó su historia desde el momento en que fue invitada –como lo fueron otras 60 personas- a un acto social en el que no cruzó palabra con el doctor Francisco Santos.
Más deplorable que el comportamiento ruin de Sylvia Colombo es el de algunos periodistas colombianos que, sin rigor alguno, dieron como cierto que la fuente de la corresponsal brasilera fue el embajador Francisco Santos.
“Mi número de teléfono sigue siendo el mismo. Nunca me he escondido de los periodistas. Absolutamente nadie -con excepción de María Molina de W Radio y Sergio Gómez de El Tiempo- me llamó ni llamó a la jefe de prensa de la Embajada con el propósito de preguntarme sobre el particular”, le aseveró el doctor Santos Calderón a LOS IRREVERENTES.
Muy fácil habría sido contactar al embajador como lo hizo este portal y la “noticia” habría muerto en ese mismo instante, pues la señora Sylvia Colombo no puede tener soporte ninguno de que esa información haya salido del jefe de la misión diplomática colombiana en Washington, por el simple hecho de que Francisco Santos jamás ha sugerido la tal “acción conjunta” contra Venezuela de la que ella habla.
Dada la magnitud de la noticia, un periodista riguroso habría llamado a los presuntos implicados y habría tenido en consideración las posiciones políticas de la periodista contra el presidente electo de Brasil, así como los conflictos que Bolsonaro ha tenido con Folha, medio al que él durante la campaña política fustigó asegurando que desde el gobierno le suspendería la pauta oficial.
La prensa colombiana no puede permitir que la diplomacia y los mismos medios de comunicación de nuestro país sean utilizados para librar peleas políticas y económicas en el hermano país brasileño, luego de la reciente contienda electoral en la que la izquierda –corriente a la que pertenece la periodista Sylvia Colombo- fuera demoledoramente aplastada.
Lo cierto e incontrovertible es que en tiempos en los que los grandes medios de comunicación se rasgan las vestiduras promoviendo campañas contra las noticias falsas, deberían valerse del caso de la periodista brasilera que literalmente está inventándose una guerra contra Venezuela, para ponerlo como ejemplo de lo tradicionalmente conocido como una fake news.
Publicado: octubre 30 de 2018
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