En los últimos días ha sido noticia en los diversos medios de información tanto del órgano local y nacional el tema de la financiación de la educación pública. Hemos visto y escuchado a líderes estudiantiles exigir con voz fuerte al gobierno nacional mayor presupuesto para cubrir el déficit por el cual atraviesa este sector. Y, si bien es cierto hay un faltante, resulta incomprensible que intenten achacarle toda responsabilidad al actual gobierno, que no completa ni las diez semanas de mandato siquiera. Este problema viene de años atrás, en donde algunos gobiernos aportaron más que otros, pero tristemente no se ha logrado solucionar. Claramente existe una voluntad absoluta por parte del Presidente Duque para encontrar soluciones al problema que nos atañe.
Por otro lado, es cierto que los gremios y estudiantes están en derecho de protestar y marchar cuantas veces así quieran para exigir sus derechos, no deben ellos olvidar eso sí que existen deberes también, como lo es el no rayar las paredes con grafitis, no atacar el comercio o a la ciudadanía, que al final del día hacen parte del mismo pueblo al que ellos dicen “defender”. Pero ha sido habitual que existan ciertos desadaptados, íntimos del vandalismo que se dedican a ofender al otro, a dañar la propiedad privada y a atacar a la Fuerza Pública, utilizando incluso papas bomba o quema de llantas, como ocurrió en Cali hace pocos días.
Jóvenes, contemporáneos míos, resulta incomprensible que mientras en la calle gritan por educación, sean ustedes mismos (no todos, para no generalizar) quienes sean los más inadaptados, mal educados e irrespetuosos. ¿Dejamos de lado la coherencia entonces? No, no señores; para exigir respeto por la educación son los estudiantes los primeros llamados a demostrarla. Recordemos por ejemplo el reciente hecho que generó revuelo en el país cuando a una estudiante se le acabó el tiempo durante su intervención en una Plenaria del Senado y exigió respeto, pero resulta que esa misma estudiante fue quien se tomó fotos en la curul del Presidente Uribe con un cartel que decía “paraco”, y no contenta con ello, además aparece ella en fotos acompañada de violadores, secuestradores y reclutadores de menores confesos, ¡condenados ya! por la justicia colombiana. No vengan a decir ahora que existen los exvioladores o exsecuestradores porque ese cuentico si está mandado a recoger.
Que esos mismos que critican por criticar ojalá aplaudan los esfuerzos del gobierno por contribuir a la educación, al emprendimiento, a las industrias creativas, áreas nunca antes respaldadas con tanta firmeza por un gobierno y de las cuales hacen parte en su mayoría jóvenes. Sabemos que el billón extra para la financiación no es suficiente ni lo soluciona todo, no, pero se está trabajando para ello. Cuando comprendamos que construyendo y no destruyendo podemos alcanzar mucho más, seremos una sociedad más sólida capaz de enfrentar los restos del futuro.
Publicado: octubre 18 de 2018
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