El hoy presidente Iván Duque lideró una campaña electoral donde priorizó la lucha contra la corrupción con propuestas nuevas, varias de la cuales su partido, Centro Democrático, había intentado aprobar en el Congreso durante el gobierno de Santos sin tener éxito. En su primera semana de gobierno envió el mensaje más importante de los últimos 30 años contra la corrupción: no más mermelada; decisión nada sencilla para un gobernante que necesita de un grupo grande de congresistas, que ha estado acostumbrado a vivir del desangre que vive el presupuesto nacional mediante la manipulación de la contratación pública, con el fin de aprobar las grandes trasformaciones que requiere el País.
Cumpliendo con todo lo anterior Duque radicó cinco proyectos en el Congreso: limitar a tres periodos la participación en cuerpos colegiados de elección popular, levantar la reserva sobre la declaración de bienes y renta en el sector público, implementar los pliegos tipo en toda la contratación estatal, volver imprescriptibles los delitos contra la administración pública y eliminar las listas con voto preferente para las elecciones de cuerpos colegiados. En unión con el Procurador General de la Nación radicó el proyecto para ampliar la acción penal para personas jurídicas y sanciones para los propietarios de empresas privadas que sean descubiertos en actos de corrupción. Además, respaldó el proyecto de Ley que está en trámite del Fiscal General de la Nación sobre el aumento de penas para delitos contra la corrupción.
Otro hecho histórico se suma a la decisión del mandatario. En la pasada jornada electoral, la Consulta Anticorrupción fue votada por poco más de 11 millones de personas que sin importar tintes partidistas o ideológicos, salieron a votar contra el mal manejo del Estado y el sector público en general.
En un hecho sin precedentes, el Presidente Duque reunió esta semana a los presidentes de los partidos y sus voceros de Senado y Cámara (por lo cual participé de la reunión), a los directores nacionales de la Procuraduría, Contraloría y Fiscalía, y a los promotores de la consulta anticorrupción con un solo objetivo: por primera vez todos unidos a luchar contra la corrupción. Acordamos crear una mesa técnica que revisará las demás iniciativas a radicar en el Congreso, entre ellas las que no lograron el umbral en la consulta (como la disminución del salario de los congresistas y los presupuestos participativos), y otras como la participación del congreso en la priorización de proyectos de inversión regional.
Quiero invitar a todos los colombianos a que respaldemos con fuerza al Gobierno Nacional que con total convicción tiene hoy un Presidente decidido a hacer equipo con todas las fuerzas vivas del País para acabar el flagelo de la corrupción que tanto daño le ha hecho al Estado, en especial a la población vulnerable. Vivamos con entusiasmo y decisión este momento histórico que vive la Nación.
Publicado: septiembre 1 de 2018
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