Ha denunciado el presidente Uribe una nueva e insoportable infamia emitida por la fábrica de noticias falsas denominada Noticias Uno, noticiero dirigido por la samperista Cecilia Orozco.
Esta vez, el noticiero en cuestión ha dicho que el presidente Uribe coordinó con el jefe de las AUC, el desaparecido Carlos Castaño Gil el cobro de una extorsión a la multinacional bananera Chiquita Brands, un señalamiento absurdo, evidentemente mentiroso y carente de cualquier sustento.
El odio de ese noticiero contra el presidente Uribe es ostensible. Su propietario, Daniel Coronel, ha sido uno de los más obsesivos perseguidores del exmandatario, actitud que desde siempre se ha visto reflejada en ese informativo que a pesar de que se emite a través de un canal público, se ha dedicado a las vindictas personales de su propietario y sus directivos.
En repetidas entrevistas, Carlos Castaño aseguró no conocer al presidente Uribe. En su libro Mi Confesión, publicado en 2001 –antes de que Uribe fuera elegido presidente de la República-, el jefe de las AUC expresó que “hablando de candidatos, lo que acabo de decir me sirve para esbozar un buen ejemplo en el caso del candidato a la presidencia, Álvaro Uribe Vélez, a quien no conozco personalmente. La base social de la Autodefensa lo considera su candidato presidencial pero ahí mi gente se equivoca; Álvaro Uribe le conviene al país pero no a las Autodefensas Unidas de Colombia. Es el presidente que menos nos podrá ofrecer, seguro dará resultados militares en contra nuestra y poco reconocimiento a nuestra lucha antisubversiva”.
No estaba equivocado Castaño en su previsión. Uribe aceptó una negociación que desembocara en la desmovilización de las AUC, pero no impuso ni amnistías ni indultos. Los responsables de crímenes de lesa humanidad fueron llevados a la cárcel, los jefes de las AUC extraditados y en ningún caso hubo elegibilidad política para los miembros de esa estructura armada.
Los enemigos de Uribe desde siempre dijeron que él “legalizaría a los paramilitares”. Durante su gobierno lo que se produjo fue el desmonte real, confirmado y definitivo de ese fenómeno que creció exponencialmente durante los gobiernos de César Gaviria, Ernesto Samper –el prohijado de la directora de Noticias Uno- y Andrés Pastrana.
A los rivales políticos se les gana en democracia, no a través de falacias, ni de la fabricación de noticias falsas. Este año ha sido, particularmente, el de la acriminación bellaca del expresidente Uribe. Empezaron con el cuento de que él había abusado sexualmente de una periodista. Siguieron con el cuento de que él había recurrido a los servicios de una empresa británica para manipular a los ciudadanos a través de las redes sociales. Ese complot fue planeado y puesto en marcha por el saliente superintendente de Industria, el perseguidor Pablo Felipe Robledo, cuestionado por estar íntimamente vinculado con la red de desfalcos de la captadora ilegal Elite International, empresa delictiva en la que su hermano fungió como directivo del más alto nivel.
Luego, Coronel, apoyado por un sector de la corte suprema de justicia, se dio a la tarea de mostrar al presidente como un manipulador de testigos. La realidad, se ha podido probar, es que la defensa del doctor Uribe se ha concentrado en poner en evidencia a los falsos testigos que fueron en su momento sobornados o constreñidos para que declararan en su contra, operación en la que el senador comunista Iván Cepeda ha sido una piedra angular.
Resulta inadmisible que ahora Noticias Uno, fabrique una nueva mentira que se cae por su propio peso, pero que tiene el propósito de seguir mancillando el buen nombre y la dignidad del dirigente político más importante, más poderoso y más popular de todos los tiempos, Álvaro Uribe Vélez.
Publicado: septiembre 2 de 2018
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