En el marco de la 73º Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, ONU, se han producido eventos de altísima relevancia política, sin duda uno de ellos fue el encuentro efectuado entre los presidentes de Colombia Iván Duque y su homólogo estadounidense Donald Trump.
La agenda entre este par de mandatarios giró entorno a dos temas prevalentes, uno de ellos el combate contra el narcotráfico y otro la grave crisis que afronta la hermana República de Venezuela, como consecuencia de la oprobiosa dictadura de Nicolás Maduro.
El presidente Trump tomó la delantera diplomática al felicitar al mandatario colombiano por su “impresionante victoria”, fue así como calificó el éxito electoral de Duque, y no se equivoca al rotular de dicha forma el triunfo del pasado 17 de junio, ya que cabe recordar que Iván Duque es el presidente más votado de la historia en nuestro país.
El gobernante estadounidense fue enfático al momento de recordarle al dirigente colombiano que su elección había tenido el importante ingrediente de la lucha contra la droga, es entonces cuando deja caer la categórica afirmación de que si tiene éxito en esa tarea será un presidente fabuloso, de lo contrario será tan sólo uno más.
El presidente Duque por su parte agradeció a la administración Trump por la cooperación que se le brinda a nuestro país para luchar contra el tráfico de alucinógenos, nos pareció plausible la claridad del dirigente colombiano en cuanto a su diagnostico sobre el narcotráfico, palabras más o palabras menos señaló que es el combustible que alimenta la criminalidad y las guerras en Colombia, además sentenció que éste es un delito transnacional.
Posteriormente se dio paso al siguiente punto de la agenda, que como se tenía previsto iría a ser la enorme crisis migratoria de Venezuela, a causa de la dictadura del tirano de Nicolás Maduro. Trump expresó con suficiente claridad que éste es un tema que los Estados Unidos vigilan de cerca y anticipó que vendrían más sanciones contra el despótico régimen. También indicó que sobre la mesa se mantenían todas las posibilidades para la derrocar la dictadura.
Duque respaldó lo dicho por su par estadounidense y aseguró que el Estado colombiano continuaría con su incansable lucha por brindar ayuda humanitaria al pueblo venezolano, al tiempo que por las vías jurídicas actuará contra el tirano Maduro, pero que además se mantendrá firme en su postura contra el régimen totalitarista.
No cabe duda que la era Duque-Trump empezó con el pie derecho, la siempre productiva alianza entre Colombia y Estados Unidos volvió como en sus mejores tiempos, ahora que se ha sembrado sobre el fértil terreno de la cooperación es la oportunidad de atacar sin contemplación el narcotráfico, que tanto daño hace y contribuir con determinación en el retorno de la democracia a Venezuela, lo cual solo se logrará con el derrocamiento de la dictadura del sátrapa de Maduro.
Publicado: septiembre 28 de 2018
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