El Padre Linero ha sido una persona más que especial para todos los colombianos. Su liderazgo espiritual ha permitido llevar el mensaje religioso a miles de personas que han encontrado en él un guía en momentos tanto de prosperidad como de dificultad.
Su carisma, cercanía con la gente y el contacto permanente a través de diferentes medios ha permitido acercar los postulados y principios del catolicismo a todos los sectores de la sociedad, en un contexto donde era normal que el colombiano de a pie viera a la iglesia como algo lejano, frío y estricto.
Por eso, su labor no solamente es resaltable, sino que ha sido completamente necesaria para el devenir de la Patria. Personas de todas las edades, sectores y grupos sociales se han acercado a la religiosidad gracias a su arduo e incansable trabajo.
Precisamente, su extraordinaria forma de ser es ejemplo a seguir no solamente para los demás miembros de la iglesia, sino para la sociedad en general, comenzando por nuestros dirigentes. Esa genuina vocación de servicio que no tiene horario, limitación ni persigue una agenda personal debería ser el gran inspirador de todas aquellas personas que ostentan un cargo público.
Ahora, después de 34 años de abnegado y sincero servicio a la comunidad ha tomado la decisión de retirarse del sacerdocio. Aunque como colombianos nos da supremamente duro esta noticia y quisiéramos que no fuera más que un mal sueño, respetamos su actuar, entendiendo las circunstancias que lo llevaron a tomar ese camino y agradeciéndole desde el fondo de nuestros corazones su eterno servicio.
En lo personal, respeto a todas las creencias religiosas y no concibo la idea que una postura pase por encima de otra, pero debo expresar mi aprecio especial por el Padre Linero. Sus escritos, expresiones y su carisma ha sido un apoyo importante en escenarios de felicidad y tristeza.
Espero que la vida lo llene de éxitos y bendiciones y siga recompensando su generosidad con el pueblo colombiano. Nuestra sociedad requiere más personas como usted que sepan orientar genuinamente el camino en vez de vanagloriarse con las tentaciones del poder.
Asimismo, como católica devota hago un llamado a la iglesia para que permitan y generen los escenarios para que surjan más líderes espirituales como él dentro de su institución, dado que el contacto con la gente es un aspecto que no se debe perder bajo ninguna circunstancia, en especial cuando debemos acercar cada vez más a las nuevas generaciones al camino de la religiosidad.
¡Eternas gracias Padre Linero!
Publicado: septiembre 14 de 2018
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