En el escándalo de las chuzadas ilegales, hay un personaje siniestro sobre el que no se ha puesto la debida atención: el español Eneko Laiz Moreno, un sujeto gris, cuestionable y muy polémico que lleva algunos años en Colombia haciendo de las suyas, gracias a que ha sabido mimetizarse en algunos círculos políticos y empresariales.
No son pocos los industriales de buena fe que han caído seducidos ante su encantadora manera de ser y su supuesto liderazgo empresarial.
Se presenta como “presidente” de la denominada casa vasca en Colombia y como representante en nuestro país del equipo de fútbol español Atlético de Madrid en virtud de su estrecha amistad con Jesús Gil.
Eneko Laiz ha querido abandonar a Colombia pero por cuenta de algunas deudas que tiene pendientes con la justicia, entre ellas una demanda por alimentos y una imputación de cargos por el delito de cohecho, no puede salir de nuestro territorio.
De acuerdo con fuentes cercanas a la investigación de las chuzadas, Laiz es uno de los eslabones fundamentales de esa empresa criminal. Fue a través suyo que Armando Benedetti conoció los servicios criminales de la banda delincuencial, liderada por Juan Carlos Madero, el corrupto general Guatibonza y un grupo de oficiales del Ejército retirados.
Laiz es un sujeto que abusa de su condición de español y no son pocos los que lo han comparado con el tristemente célebre “embajador de la India”, por cuenta de sus timos y triquiñuelas.
Una de sus audacias consiste en movilizarse en vehículos blindados comprados a la embajada de España en Colombia, sin el respectivo permiso de la Superintendencia de Vigilancia. Sus vínculos con personajes oscuros, como el senador Benedetti, le han servido para pasarse por la faja muchas de las normas colombianas.
Uno de los primeros en develar valientemente la condición criminal de Eneko Laiz fue, precisamente, el jurista Jaime Lombana quien lo tiene denunciado por cohecho, delito que le será imputado en los próximos días.
Así las cosas, Laiz y Benedetti, además de ser amigos y compinches tienen en Lombana un enemigo común al cual chuzar, constreñir y llegar al extremo inaudito de ordenar seguimientos al hijo menor de edad del abogado, un hecho que merece que la justicia castigue con toda la severidad.
Urge entonces que las autoridades judiciales avancen rápidamente en la investigación contra Eneko Laiz y lo pongan a buen recaudo del Inpec antes de que ese sujeto logre fugarse de nuestro país. Son muchos los hechos por los que él debe responder pues este portal pudo establecer que no fueron pocos los empresarios decentes a los que Laiz ha engañado tratando de enredarlos con su red de interceptaciones ilegales, seguramente para luego extorsionarlos.
Publicado: septiembre 25 de 2018
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