Durante estos días se surte el proceso de elección del próximo Contralor General de la República, la persona que llegue a este cargo remplazará a Edgardo Maya Villazón, quien realizó una administración casi desapercibida, pues grandes elefantes blancos pasaron ante sus ojos sin encontrar sanción. Aspiramos que el sucesor de Maya sea un contralor de verdad.
La especulación se ha apoderado de la elección, como si ésta se realizará en un casino los ciudadanos hacen sus apuestas. Por nuestra parte consideramos optimo que dentro del proceso se lleve a cabo un procedimiento en el que se evalúen los conocimientos de los aspirantes, su trayectoria en temas relacionados con el del control fiscal y por su puesto las habilidades para vigilar y reprender casos desviados de la legalidad.
Dentro de la lista nos encontramos con nombres de personas bastante calificadas para desempeñar el cargo, unos con mayores destrezas que otros en las áreas de calificación, pero al fin y al cabo personalidades de las que conocemos su verticalidad y preparación para la dignidad a la que han postulado su nombre.
Los ciudadanos anhelamos un contralor diligente a la hora de registrar la deuda pública de la Nación, que le exija a los empleados oficiales informes sobre su gestión fiscal, que tenga la iniciativa de presentar ante el Congreso de la República proyectos de ley referentes al régimen de control fiscal. Pero sobre todo que no le tiemble la mano para investigar y sancionar a quienes causen perjuicio al patrimonio de los colombianos.
Es innegable que en nuestro país la corrupción ha perneado todos las esferas de la sociedad, esto se ha convertido en el dolor de cabeza tanto para quienes se dedican a vigilar y castigar dicha conducta, como para quienes lo padecen que al fin y al cabo son los todos los ciudadanos. Ante problemáticas como la mencionada es precisamente donde se espera la pronta y contundente reacción de autoridades como la Procuraduría, la Fiscalía y por supuesto la Contraloría; destinadas a evitar y reprimir la comisión de conductas que atenten contra la normatividad.
El lunes 20 de agosto las comisiones conjuntas del Congreso de la República elegirán por un periodo de cuatro años a la persona encargada de ponerle orden a una de las fibras neurálgicas de la Nación, en un estado de Derecho la independencia del contralor es de vital importancia, por esto esperamos que quien logre llegar a ese cargo realice una tarea honorable en la que la manipulación no quepa, en donde su voz se levante firme ante la corrupción y defienda sin ambages el bolsillo de los colombianos. Para eso necesitamos un contralor de verdad.
Publicado: agosto 16 de 2018
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