La intensa agenda que cumplió el presidente electo, Iván Duque en la ciudad de Washington, donde fue recibido por el secretario de Estado, por el asesor de seguridad nacional en la Casa Blanca, la directora de la CIA y un grupo muy significativo de legisladores de ese país, son la muestra fehaciente de la satisfacción con la que el poder político de los Estados Unidos recibió la elección del nuevo mandatario de los colombianos.
Es evidente el malestar del gobierno del presidente Trump con Santos, quien durante su mandato permitió que nuestro territorio se convirtiera en un verdadero mar de coca, llegando a la inaceptable cifra de 200 mil hectáreas cultivadas con plantas ilícitas.
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Este portal pudo confirmar el buen ambiente, pero sobre todo el ánimo de colaboración que expresaron los altos funcionarios con quienes sostuvo reuniones el presidente electo y su comitiva, en la que estaban los doctores Carlos Holmes Trujillo, Luis Guillermo Echeverri y María Paula Correa.
Para el gobierno Trump, el desempeño de la administración saliente de Juan Manuel Santos en materia de lucha contra el narcotráfico ha sido lamentable. No han sido pocos los llamados de atención y los informes oficiales que dan cuenta del aumento de cultivos ilícitos, precisamente mientras Santos negociaba con la banda terrorista de las Farc.
A partir del 7 de agosto, empieza una nueva era de las relaciones entre Colombia y los Estados Unidos. Santos tomó partido por los delincuentes, mientras que Duque se la jugará a fondo por devolver a nuestro país por el sendero de la legalidad.
Habrá, claramente, un nuevo enfoque y, por supuesto, una nueva dinámica. El presidente electo conoce muy bien el funcionamiento del poder en Washington, ciudad en la que vivió durante muchos años mientras se desempeñaba como alto funcionario del BID.
El buen ánimo con el que fue recibido el presidente de la República electo y la disposición de los funcionarios gubernamentales de trabajar mancomunadamente con las autoridades colombianas, son el presagio de los buenos momentos que le esperan a Colombia a partir del 7 de agosto, cuando Washington y Bogotá volverán a trabajar como dos aliados que se respetan y se apoyan.
Publicado: julio 3 de 2018
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