Hace dos años, adoptamos un hermoso cachorro, un Pitbull que venía con el nombre de Dante. Lo recibimos porque su dueño no podía tenerlo en un apartamento, el animal crecía a pasaos de gigante. Nuestro Dante, se crio con todo el amor, aquí lo recibió mi perrita Julia, que es una criollita que recogí de la calle hace 4 años y más de una docena de gatos. No demostró un comportamiento agresivo pero la raza viene genéticamente alterada y de pronto, sin previo aviso, ataca a otros animales que han convivido con él. Ya van más de 8 gatos muertos por Dante y se nos convirtió en un problema. El veterinario nos advierte que esos perros son así y que él no entiende, cómo es posible que su venta no este prohibida. Casi todas las semanas, vemos en las noticias que un perro de estas razas, ataca a otros animales o a personas. No necesariamente vienen de ambientes violentos, pero así reaccionan.
¿Y quién regula esto?
Le pido encarecidamente al nuevo congreso de la Republica, que prohíba la venta de razas peligrosas, no es posible que alguien sin mayores dificultades, pueda ser propietario de un arma mortal. Por más responsabilidad que uno tenga, por más amor, el animal se convierte en un problema. Por ahora, busco un hogar responsable para Dante, alguien que no conviva con más animales, que esté dispuesto a brindarle amor, tiempo y atención.
Querido Lector, si usted está pensando en comprar un perro de estos, precaución.
No son para cualquier persona, los animales requieren responsabilidad, no son juguetes ni muebles…
Y cambiando de tema, he decidido alejarme un poco de Twitter, por estos días el panorama en esta red social, denota odio, rabia y envidia. Son pocos los comentarios constructivos que vemos y nadie se salva de ser testigo del veneno de los demás.
La periodista Darcy Queen, compartió un video de un perro cachorro que caminaba junto a quien aparentemente era su amo, de pronto, el presunto tenedor del animal, lo alza y lo arroja encima de una reja, el animal recibe un golpe seco, contundente y con dificultad se mueve de nuevo. El asombro, me sobrepasa cuando hoy en la radio, escuché que, en alta mar, una pequeña embarcación rudimentaria, fue atacada por guardias para que se hundiera. De la balsa, sobrevivió una mujer, que logró permanecer a flote en una tabla. Me asombra el grado de maldad que vemos día a día, pero insisto en que me asombra más, mi capacidad de volver a asombrarme y me aterra que algún día, un ser de estos, viva cerca de mí. Ojalá uno pudiera construir una burbuja para que nada ni nadie lo afectara. Qué difícil se hace el mundo cuando se ve tanto odio, hipocresía y maldad. De verdad que, viendo este panorama, me alegro de no dejar hijos en este mundo.
Sean buenos con los animales, con el prójimo. No cuesta nada la bondad.
Publicado: julio 19 de 2018
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