Los magistrados del consejo electoral que votaron a favor de legitimar le evidente inhabilidad en la elección de Antanas Mockus, seguramente terminarán procesados penalmente por prevaricato.
Está claro que los individuos que integran al deslegitimado tribunal electoral colombiano no obraron con apego a las leyes y que se dejaron influenciar por la brutal presión mediática a favor del profesor que se muestra como el abanderado de la decencia y la legalidad.
Mockus fue, sin duda alguna, uno de los grandes beneficiarios de la denominada mermelada de Santos. Durante este gobierno, la fundación Corpovisionarios –de la que él es representante legal- fue favorecida con más de $6 mil millones de pesos.
Existen pruebas fehacientes que demuestran que Mockus estaba inhabilitado para ser candidato al senado, las cuales fueron abusiva y alevosamente desconocidas por los 6 magistrados del CNE que resolvieron salvarle el pellejo al contratista Mockus quien dentro de los 6 meses anteriores a su elección como senador de la República suscribió un jugoso contrato con la “Agencia de Cundinamarca para la Paz y el Posconflicto”.
La demanda contra la elección de Mockus no era un asunto personal, sino de legalidad. En un Estado de Derecho, las normas son para todos.
Con la decisión de los prevaricadores del Consejo Nacional Electoral, se ha sentado un precedente nefando, pues en materia de inhabilidad e incompatibilidades, se aplicarán los preceptos constitucionales y legales de manera arbitraria y con sesgos ideológicos.
El CNE es el órgano competente para decretar la inhabilidad de una persona cuya elección esté viciada. Los integrantes de ese tribunal, no pueden evadir sus funciones ni sacudirse de las mismas.
Digno de valorar la posición valerosa de los dos magistrados que votaron a favor de que Mockus no se posesione el próximo 20 de julio, Bernardo Franco –ponente del fallo- y Felipe García, pero lamentable y seguramente violatorio de la ley el comportamiento de los otros 6 magistrados que se limpiaron los zapatos con las leyes colombiana al “bendecir” la ilegítima elección del exalcalde de Bogotá.
Otro magistrado, el cuestionado operador politiquero Emiliano Rivera, no participó en el debate, inventándose un supuesto dolor de muela que deberá ser certificado de manera inmediata por medicina legal. Rivera normalmente elude sus responsabilidades y se ausenta del consejo electoral en momentos clave, como sucedió ayer.
Los magistrados que se sienten por encima de la ley al prevaricar, deberían ir preparando su defensa jurídica, pues en cuestión de días terminarán denunciados penalmente por prevaricato. El CNE está obligado a resolver de fondo sobre el asunto de Mockus, sin soslayar por un instante las pruebas contundentes que demuestran que la elección de ese sujeto está perfectamente viciada.
Publicado: julio 5 de 2018
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