Apreciados lectores, hoy, mientras leen estas palabras, se está posesionando el nuevo Congreso en un acto solemne donde no solamente los nuevos parlamentarios asumen su cargo, sino que, al mismo tiempo, el Presidente le rinde cuentas de su gestión al legislativo
Precisamente hoy, pero hace cuatro años, el Centro Democrático llegaba por primera vez al Congreso en una situación política para nada fácil: éramos oposición de un Gobierno que tenía amplias mayorías en esa institución, las cuales consolidó permanentemente repartiendo miles de millones de pesos en mermelada.
Sin embargo, éramos conscientes de ese contexto y ello no fue obstáculo alguno para que asumiéramos la tarea de representar la voz de millones de colombianos que nos dieron su voto de confianza con gallardía y amor por Colombia.
Arduos debates y fuertes argumentaciones fueron el caballo de batalla para que el partido liderara la oposición a un Gobierno que se dedicó a darle innumerables concesiones a la guerrilla. Mientras ciertos sectores quedaron a punto de ingresar a urgencias por un coma diabético consecuencia de tanta mermelada que corrió por los pasillos del Congreso para aprobar la agenda del ejecutivo, el Centro Democrático se dedicó a establecer un diálogo directo y permanente con una ciudadanía que estaba olvidada.
Como consecuencia, los resultados de ese trabajo duro y disciplinado se empezaron a notar. La creciente insatisfacción con el proceso de La Habana y la campaña de concientización que se realizó desde el partido permitieron lograr un triunfo que los grandes “analistas” consideraban imposible pero que dejó en claro que el pueblo no estaba de acuerdo con la manera en que se estaban adelantando esas negociaciones: el plebiscito de 2016.
A partir de ahí comenzó quizás la que era la tarea más difícil de todas: tener la mayoría en el Congreso del 2018 y ganar la Presidencia de la República. Afortunadamente, más que por los actores políticos involucrados sino por el bien del País, los resultados se lograron con esmero, dedicación y profunda vocación de servicio.
No obstante, el trabajo del Centro Democrático en estos cuatro años no solamente se centró en realizar un control político certero a las actuaciones del Gobierno, sino que, paralelamente, se lograron aprobar varias leyes que mejorarán la calidad de vida de todos los colombianos.
En lo personal, tuve la gran satisfacción de ser la autora, junto al Presidente electo Iván Duque, de la Ley que amplió la licencia de maternidad de 14 a 18 semanas, la cual permitió que en tan solo su primer año de vigencia más de 250.000 madres pudieran compartir un mes más con sus hijos en la etapa de mayor vulnerabilidad de estos.
El Centro Democrático, indudablemente, logró cumplir más que satisfactoriamente con la misión que le encomendaron los millones de compatriotas que nos dieron su voto de confianza en el 2014. Ahora, llegó el momento de que el nuevo Congreso asuma con talante democrático los nuevos retos y el partido, puntualmente, continúe ejerciendo una labor de representación completamente admirada hasta por sus más férreos contradictores, debido a su disciplina, lealtad y firmeza con una visión de País.
Para mí, fue uno de los honores más grandes de mi vida haber sido parte de este proceso y no tengo más que un profundo sentimiento de agradecimiento con una ciudadanía a la cual nos dedicamos incansablemente a representar y servir desde el primer hasta el último día.
Publicado: julio 20 de 2018
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