Con las designaciones ministeriales hasta ahora conocidas, se hace evidente que el presidente Duque se está jugando el todo por el todo en aras de hacer del suyo un gobierno eficaz, muy técnico y de altísima capacidad administrativa.
De lujo han resultado designaciones como la del canciller Carlos Holmes Trujillo, el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, uno de los mejores economistas de nuestro país, Nancy Patricia Gutiérrez, mujer con evidente talento político, Guillermo Botero, respetable dirigente gremial que en los momentos de mayor presión del gobierno de Santos se mantuvo firme en la defensa de las ideas uribistas.
Otros nombramientos son muy importantes por la capacidad técnica de los designados. El ministro de Vivienda, Jonathan Malagón será una gran revelación por su singular inteligencia y liderazgo. Malagón será una figura que dará mucho de qué hablar durante los próximos años.
En Minas y Energía fue nombrada la hasta ahora CFO de Ecopetrol, María Fernanda Suárez, una mujer que conoce como pocos la realidad de la industria petrolera de nuestro país. Se trata de una persona con carrera y sobrada experiencia en ese ramo.
Otra designación de lujo es la de la doctora Gloria María Borrero Restrepo como ministra de Justicia. Esa prestigiosa abogada, que hasta ahora venía desempeñándose como directora del tanque de pensamiento “Corporación Excelencia en la Justicia”, elevará el nivel de interlocución entre el Ejecutivo y la rama jurisdiccional. Seguramente, gracias a su conocimiento, la ministra Borrero logrará sacar adelante la tan anhelada reforma a la justicia que tanto demanda nuestra sociedad.
El primer año de gobierno será definitivo. Por eso, resulta importante un trabajo armónico entre la Casa de Nariño y el Congreso, logrando sacar adelante el paquete de proyectos de ley y acto legislativo que presentará el gobierno. El éxito de la administración Duque depende, en buena medida, del resultado de la agenda legislativa durante el primer año. De ahí que el presidente del Senado sea alguien perfectamente sintonizado con el enfoque del gobierno entrante.
Lo cierto es que el presidente Duque y su equipo más cercano no han improvisado en lo más mínimo. Todos sus movimientos han sido perfectamente estudiados y las designaciones de los altos funcionarios responden al plan de gobierno que se empezará a ejecutar a partir del próximo 7 de agosto.
Uno de los aspectos más interesantes del equipo de gobierno es la combinación entre la experiencia de personas como el canciller Trujillo y funcionarios jóvenes como el ministro de Vivienda designado. Sinergias como aquella son una muestra del equilibrio con el que gobernará el presidente Iván Duque.
Estamos entonces ante un presidente electo que ha hecho un importante despliegue de su liderazgo y que ha acertado en la selección de los perfiles de quienes habrán de acompañarlo en el arranque de su gobierno.
Publicado: julio 20 de 2018
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