Esta semana empieza una nueva era para la historia de nuestro país. Se posesiona el nuevo Congreso de la República, que acompañará al gobierno del presidente Duque, quien asumirá el próximo 7 de agosto.
La bancada del Centro Democrático, que tendrá una mayor representación en la Cámara de Representantes, se empleará a fondo para aprobar los proyectos que presentará el nuevo gobierno en aras de sacar a Colombia del abismo oscuro en el que la dejará Juan Manuel Santos.
Vamos a trabajar al ritmo del presidente Duque. Seremos un partido ejemplar y pondremos en marcha los preceptos fundamentales del programa del gobierno.
Si fuimos disciplinados, coherentes y rigurosos en la oposición, en el ejercicio de gobierno observaremos un comportamiento similar. Les cumpliremos a los millones de colombianos que depositaron su confianza en nosotros.
La legislatura que se instala el 20 de julio vendrá cargada de desafíos y retos. El congreso que se posesionará tiene por delante una gran responsabilidad con Colombia. Durante nuestra campaña, aseguramos que le imprimiríamos cambios fundamentales al acuerdo ilegítimo con las Farc y estamos listos para cumplir. Aquello, obligará a que adelantemos un debate muy intenso explicando las modificaciones que necesitan ser aprobadas.
Apoyamos la candidatura del presidente Duque –en mi caso desde el primer instante- y no dudaremos un instante en acompañar y en enriquecer sus iniciativas legislativas.
En manos de todos recae la inmensa responsabilidad de reconstruir a Colombia. Debemos fijar nuestra mirada en el futuro y dar lo mejor de cada uno de nosotros para hacer realidad los proyectos del gobierno Duque.
La izquierda radical y mezquina, planea torpedear al gobierno, recurriendo a artimañas sucias e impolíticas. Merece todo el rechazo del mundo el anuncio de los agresivos seguidores de Petro en el sentido de que se tomarán la plaza de Bolívar de Bogotá el día de la posesión del presidente de la República.
Aquella amenaza es el reflejo del talante brutal y antidemocrático de los agresivos seguidores de la “Colombia Humana”, una facción irreflexiva que no ha querido entender que en democracia la voluntad de la mayoría debe ser respetada.
El país no puede enfrascarse en una eterna confrontación con unos derrotados iracundos, ni el progreso de la nación puede detenerse por cuenta de las rabietas de unos renegados que hacen política a través de las arengas y la siembra del odio entre los ciudadanos.
Soplan nuevos vientos sobre Colombia. El gobierno del presidente Iván Duque nos llena de esperanza. Sabemos que la suya será una administración ejemplar. Al momento de escribir esta columna, se conocen los nombres de algunos ministros. Destaco las designaciones de Carlos Holmes Trujillo, un dirigente de las más altas calidades que será el encargado de la política exterior, el del exrector del Rosario, Manuel José Restrepo en Comercio e Industria, uno de los mejores economistas de nuestro país y el de Nancy Patricia Gutiérrez, una dirigente política de mucha trayectoria, que será la primera ministra del Interior.
De algo estoy segura y es que el gobierno que comienza el próximo 7 de agosto marcará con letras diamantinas el libro de la historia nacional.
Publicado: julio 16 de 2018
Los comentarios están cerrados.