El 13 de febrero de 2016, Iván Duque empezó a construir su camino a la presidencia, dándole inicio a los talleres Construyendo País, el primero de ellos se llevó a cabo en la ciudad de Girardot, Cundinamarca. Durante este ejercicio participativo, Duque demostró la importancia del diálogo ciudadano y lo relevante que es construir políticas públicas de abajo hacia arriba, con el fin de tener todo el conocimiento necesario para llegar a la soluciones indicadas y ejecutarlas de la mejor manera. Con estos talleres, el hoy Presidente electo recorrió el pais y con las propuestas recogidas de la comunidad, construyó gran parte de lo que quiere implementar a partir del 7 de agosto.
Duque sabe, que uno de los principales retos, es el de devolverle la confianza a los ciudadanos sobre el ejercicio político y él sabe que el diálogo directo y permanente es la única premisa para cerrar la brecha, de lo que algún día denominó Jorge Eliécer Gaitán, como la división entre el país político y el país nacional. Para esto, el Presidente Duque quiere darle un cambio a la forma de hacer política, él quiere desarrollar una política con mayúscula, donde primen las propuestas, los principios y no las prebendas y la politiquería. Donde los argumentos y las soluciones estén por encima de las agreciones y de esta forma poder gobernar para todos los colombianos.
Así mismo, quiere devolverle la seguridad a los territorios más apartados del pais. En los últimos años, hemos visto como los cultivos de coca han aumentado a cifras superiores a las del año 1998. Este hecho, ha generado inmensos problemas sociales en zonas como el Catatumbo y Tumaco, donde las mal llamadas disidencias están haciendo de las suyas. El Presidente Duque, lo señaló en su reunión con el Fiscal General de la Nación: no habrá descanso ni tregua para derrotar al narcotráfico y devolverle la tranquilidad a los colombianos afectados por ese flagelo.
En ese intento, Duque sabe de la importancia que tiene una política agropecuaria fuerte y de largo aliento, donde haya mayor inversión en bienes públicos, como infraestructura vial, centros de acopio, asistencia técnica, distritos de riego y fortalecimiento de las cadenas de comercialización; con el único fin de darle herramientas a los productores, para que el campo sea competitivo y pueda volver a ser uno de los dinamizadores más importantes para la economía nacional.
Pero adicionalmente al impulso que le quiere dar al campo colombiano, el nuevo Presidente quiere convertirse en el Presidente de la Justicia Social, donde existan oportunidades para todos los colombianos sin importar sus diferencias. Quiere promover una política concentrada en disminuir los altos índices de desempleo juvenil. Para esto, quiere que todos los jóvenes bachilleres no tengan solo el cartón de bachiller, sino que también salgan con un diploma de técnicos. Quiere que los jóvenes sean emprendedores, donde la economía naranja juegue un papel protagónico y que logre tener una participación cercana al 5% en el PIB nacional.
Duque quiere gobernar para todos, porque él sabe que las divisiones creadas en el pasado generaron un detrimento inmenso para el país. La confianza debe volver, la esperanza debe renacer y el país crecer otra vez.
Este es el objetivo del gobierno de Iván Duque y por eso como colombiano le deseo, buen viento y buena mar señor Presidente.
Publicado: junio 25 de 2018
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