El domingo los colombianos elegimos por una amplia mayoría a Iván Duque como el Presidente de la República para el periodo constitucional de 2018 a 2022, la elección se inclinó por la renovación que simboliza el hoy presidente electo, la representación que a su cargo tiene de la nueva generación de colombianos fue un factor clave en la decisión de millones de colombianos.
La estrategia del odio y la venganza que dirigió el otro candidato quedó relegada por un número mayor de dos millones de colombianos, el reflejo del calvario que padecen nuestros vecinos los venezolanos, provocó que la propuesta chavista además de rechazada sea cada vez más combatida por los demócratas de nuestro país.
Duque resultó ser un candidato fenomenal, además de su bien conocida destreza en los temas académicos y del primer orden local y extranjero, cautivó con su carisma a más de diez millones de colombianos que votamos por lo que representa. Su formación y talante conforman la combinación necesaria para impedir la consolidación de fuerzas antidemocráticas que ya hicieron estragos a lo largo y ancho del continente.
Acá inicia una nueva era para nuestro país y para la región, este será un gobierno que día tras día confirmará que tomamos la mejor decisión, por ejemplo: la componenda como instrumento para acceder a los cargos deberá ser remplazada por el mérito, descrito en la teoría pero inaplicado en la realidad.
A nivel regional se fortalecerán las relaciones comerciales debido al desarrollo que producirá el crecimiento de la economía, cuando se piensa en combatir decididamente la corrupción, destrabar las condiciones para acceder al mercado e incentivar la producción de todas las áreas comerciales, pero además formar y capacitar nuevos trabajadores y empleadores, el resultado es una sociedad prospera que impulsa a la economía nacional.
La lucha contra el crimen deberá ser implacable, el bandido le volverá a temer a la autoridad y el ciudadano volverá a confiar en la institucionalidad, atrás deberán quedar las prebendas para aquellos que violaron la normatividad, como lo dijo el presidente electo en campaña: “quien la hace la paga”.
La máxima apuesta deberá ser cultivar en la educación, sólo así nos vacunaremos contra el virus de la desigualdad, por su puesto hacemos referencia a una educación integral, basada en principios y valores para luego derivar en una formación académica de calidad, ahí la propuesta de la jornada única escolar y de la titulación bachiller y técnica es de gran relevancia.
Gracias a Dios obtuvimos la victoria, ahora debemos continuar trabajando con enorme entusiasmo por esta patria amada, la tarea es de todos.
Publicado: junio 20 de 2018
Los comentarios están cerrados.