El problema pensional

Colombia, como muchísimos otros países, tiene un problema pensional muy complicado que en época de elecciones se vuelve viral. Generalmente, lo políticamente incorrecto es lo que se debería hacer, pero nadie es capaz de decirlo.

Hoy en día tenemos un sistema mixto donde, por un lado, existen los fondos privados de pensiones que manejan el ahorro individual y que tienen más de 200 billones de pesos en inversiones y, por otro, el sistema de prima media, herencia del sistema anterior que ya no tiene ahorro y que le cuesta a los colombianos más de 15 billones de pesos anuales que salen del Presupuesto General de la Nación. Adicionalmente, existen unos regímenes especiales que se han venido acabando, pero que impactan fuertemente las finanzas públicas y lo seguirán haciendo por un buen tiempo.

Mantener los dos sistemas ha sido un error. Existe una inequidad grande porque, si comparamos dos trabajadores que hayan entrado a trabajar el mismo día, en la misma empresa y con el mismo salario, cada uno en uno de los sistemas pensionales, el que está en el sistema de prima media tendría una pensión mucho mayor a la del ahorro individual. Esto implica que el trabajador no aportó lo suficiente para tener esa pensión y, por ende, esa diferencia la estamos pagando todos los colombianos. Además, hoy en día los grandes favorecidos del sistema de prima media no son los pensionados de pensión baja, sino los que tienen pensiones altas y han logrado vía tutelas cambiar de sistema y mejorar su pensión.

 

El sistema de prima media colapsó porque estaba basado en un crecimiento mayor de la población, en una vida media menor de los pensionados y en una mayor formalización del empleo que generaría mayores recursos por los aportes de la base de la pirámide. Es por eso por lo que hoy se necesitan recursos del Estado para el pago de esas pensiones.

Obviamente, a los políticos populistas se le hace agua la boca mirar el saldo de recursos que maneja el sistema de ahorro individual y hacen propuestas de acabarlo, volver al sistema tradicional y utilizar estos recursos para diferentes temas. Esto ya pasó en Argentina y fue un desastre ya que, aunque en el corto plazo soluciona un problema de caja para el Estado, en el mediano plazo crea un hueco fiscal tan sumamente grande que puede llevarse un país. No podemos caer en esa trampa donde a través de silogismos amañados nos llevan a pensar que se deben acabar los fondos privados cuando la realidad es que debemos acabar es el sistema de prima media, o por lo menos modificarlo, para volverlo viable con la nueva realidad económica.

Otro de los temas que causa mucho ruido es la edad de jubilación que está en 62 años para los hombres y el 60 para las mujeres. Estas edades, que hace 20 años podían ser lógicas, hoy no lo son por el hecho que una persona de esa edad está en plenas condiciones para seguir trabajando, aportando a la sociedad y al sistema pensional.

La mayoría de las personas que se pensionan quieren seguir trabajando, lo siguen haciendo y son 100% útiles en su trabajo. Subir y emparejar la edad de pensión entre hombres y mujeres es un imperativo, no solamente en Colombia, sino en muchos otros países ya que las pensiones se están comiendo los presupuestos de las naciones y cada día hay menos recursos para inversión. Por obvias razones, ningún político puede hablar de este tema en elecciones.

Colombia está esta semana ingresando a la OCDE, organismo cuyo objetivo es armonizar y maximizar el crecimiento económico y social de sus países miembros. Una de las recomendaciones que le ha hecho a Colombia ha sido en el tema pensional y habla de la edad de jubilación.

Esperemos que los colombianos no comamos cuento y que elijamos bien en estas elecciones donde, por primera vez, tenemos en riesgo el modelo económico. No podemos llegar a la fiesta populista latinoamericana cuando ya se está acabando y el guayabo esta profundo.

@SANTAMARIAURIBE

Publicado: junio 4 de 2018

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