Aplomo y prudencia

Aplomo y prudencia

Los primeros anuncios del presidente Iván Duque han sido prudentes y muy aplomados. Es natural que los medios de comunicación y los políticos estén desesperados por conocer los nombres de los ministros. Las personas que anhelan integrar el gabinete, hábilmente han puesto a sonar sus nombres, cuando lo cierto es que el presidente aún no ha tomado una decisión definitiva sobre quiénes lo acompañarán en el gobierno.

Y aquello se debe a que de manera acertada se ha decidido iniciar el empalme y con base en los resultados de las primeras reuniones con el presidente saliente, decidir los nombres de quienes deberán poner en marcha el nuevo gobierno a partir del próximo 7 de agosto.

Gracias a la eliminación de la reelección, este será un gobierno muy corto. 4 años son muy poco tiempo para hacer todo lo que demanda el país, así que el presidente tiene proyectado rodearse de personas de las más altas calidades, pero sobre todo, de grandes ejecutores. Lo cierto es que no hay tiempo que perder.

El próximo no será un gabinete como los que montó Santos con criterio politiquero. El presidente Duque tendrá a su lado a personas de su entera confianza, en las que podrá delegar la planificación y puesta en marcha de las políticas públicas necesarias para cumplir con el programa por el que votaron más de 10.4 millones de ciudadanos.

Durante su gobierno, el presidente Uribe pretendió tener ministros de largo aliento. En su criterio, la estabilidad era fundamental para que se pudieran lograr los objetivos fijados.

Es muy posible que el presidente Duque repita esa fórmula y los ministros seleccionados duren bastante tiempo, tal vez todo el periodo, en sus respectivos cargos.

Otro importante anuncio del presidente de la República tiene que ver con la satrapía venezolana. Ha dejado en claro que no reconoce como legítimo al régimen de Maduro, a la vez que alertó sobre la posible detención de la líder opositora, la valiente María Corina Machado por orden de la tiranía.

Aseveró que no designará embajador de Colombia y que mantendría únicamente las oficinas consulares para atender asuntos migratorios y las necesidades de la inmensa colonia Colombia que reside en territorio venezolano.

Así mismo, el doctor Duque se reunirá con el fiscal general, el procurador general, el contralor y los presidentes de las altas cortes. Seguramente en ese primer encuentro se tocarán temas sensibles pero necesarios, como la reforma a la justicia que demanda nuestro país, reforma que Santos no pudo o no quiso hacer, razón por la que la rama jurisdiccional se degradó de manera irremediable, hasta llegar al punto inaudito en el que ahora se encuentra, con carteles de delincuentes vendiendo fallos desde la corte suprema de justicia. Valga recordar que un expresidente de la corte suprema está tras las rejas y otro, el inefable santista Leonidas Bustos está siendo procesado en el Congreso de la República.

Con pies de plomo y mucha prudencia ha asumido su victoria el presidente electo, sin apurarse ni tomar decisiones irreflexivas. Su talante de estadista empezó a registrarse desde el primer momento.

@IrreverentesCol

Publicado: junio 21 de 2018

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