Estamos a pocos días de las elecciones presidenciales en nuestro país. El domingo 27 de mayo la ciudadanía saldrá a las urnas y elegirá el próximo Presidente de la Nación, o en su defecto, a los dos candidatos que irán a segunda vuelta.
El señor Gustavo Petro se encuentra asustado, sabe que el país no gusta de su populismo. Sus propuestas son fácilmente rebatibles y por ende no da la cara a los medios de información, y cuando lo hace no logra salir ileso cuando se le pregunta a profundidad. Por ese y otros motivos, el candidato de la extrema izquierda latinoamericana en Colombia, ha ido lanzado algunos “pronósticos” respecto a su segura derrota frente a Iván Duque. Petro ha optado por victimizarse y ha manifestado que si pierde las elecciones será producto de un fraude en su contra. Esta idea ha ido calando ya en algunos de sus más acérrimos seguidores, sobre todo en aquellos que siempre han gustado del vandalismo y la violencia como medio de expresión. No hay que tomar las apreciaciones de Petro tan a la ligera, hay que leerlas con cuidado, puesto que se puede estar orquestando un plan para desestabilizar socialmente a Colombia nuevamente, y la derrota como resultado de un “fraude” puede ser la primera mecha para tal objetivo. Incluso la Fundación Paz y Reconciliación ya empezó a abonarle el terreno a Petro, al manifestar en un reciente “estudio” que hubo fraude en las elecciones al Congreso del pasado 11 de marzo, dejando un manto de duda que puede ser bien aprovechado por el candidato populista.
Si por algo se caracteriza la extrema izquierda es por su organización y paciencia, ya que para ellos no existe o no transcurre el tiempo tal cual como sí transcurre para el resto de ciudadanía. Ellos no tienen afán, pero sí tienen claro sus objetivos, y uno de ellos es la toma del poder en Colombia, así quedó establecido en el Foro de Sao Paulo, nuestro país es la joya de la Corona para la izquierda latinoamericana.
Por ello es importante ganar con una gran votación, para que no exista ilegitimidad alguna sobre el resultado. De ahí a que cada ciudadano debe continuar en la labor de conseguir un voto extra en favor de la esperanza y el equilibrio, representados hoy por Iván Duque. Esta sociedad valiosa pero cansada ya de lo mismo requiere y grita un cambio, cambio que no se enmarca en las propuestas populistas ni en las del continuismo santista.
Faltan pocas horas, pocos días para que salgamos a llenar las urnas de esperanza el próximo 27 de mayo, por un Cauca y una Colombia más competitiva; más educada; más equilibrada; más empresarial y por ende más próspera; más sintonizada con el presente y futuro, y no viviendo del pasado. Una Colombia más sensible pero a la vez más firme. Una Colombia en donde todos tengamos cabida, y los odios de clases sean abolidos. Esa es la Colombia que las nuevas generaciones añoran, y esa es la Colombia que elegiremos. Por usted, por mí, por Colombia: Duque Presidente, Marta Lucía VicePresidente.
Publicado: mayo 17 de 2018
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