Como consecuencia del acuerdo entre Santos y el jefe terrorista alias Timochenko, la las Farc le fueron regaladas 5 curules en el senado y 5 curules en la cámara de Representantes.
Los 5 senadores de las Farc serán: Iván Márquez, Pablo Catatumbo, Victoria Sandino, Carlos Antonio Lozada y Sandra Ramírez.
No se trata de exguerrilleros incursos en crímenes políticos. Por el contrario, son delincuentes responsables de la comisión de delitos de lesa humanidad y narcotráfico.
Se cree equivocadamente que el único extraditable de las Farc es el invidente alias Jesús Sántrich –designado para ocupar una curul en la cámara de Representantes-. De tiempo atrás, una buena parte de la bancada de las Farc tiene cuentas pendientes con la justicia estadounidense, razón por la que contra muchos de ellos pesan sendas solicitudes de extradición.
El 29 de abril de 2005, el gran jurado de la corte del distrito de Columbia le imputó el delito de “conspirar, en asocio con otras personas, para violar la ley antinarcóticos de los Estados Unidos” a los principales cabecillas de las Farc, entre los que se encuentran los “senadores” de esa organización delincuencial alias Iván Márquez, Pablo Catatumbo y Carlos Antonio Lozada.
En el indictment que emitió esa corte se lee que esos individuos, en su condición de mimbros de la cúpula de las Farc, participaron en “la política de esa guerrilla de fabricar y distribuir cocaína en los Estados Unidos”.
Así mismo, el gran jurado resumió cómo fue el involucramiento de las Farc en el tráfico de estupefacientes, empezando por el cobro del “impuesto” al gramaje, pero luego participando de manera directa en la fabricación y exportación de cocaína desde los años 90 del siglo pasado: “Las Farc adoptaron un rol más actico en la producción de cocaína con el fin de aumentar sus ingresos económicos. Se convirtieron en unos mayoristas para la compra de pasta de coca elaborada por los campesinos colombianos y desarrollaron una compleja red de distribución”.
Unos meses después de que se emitiera ese indictment, el 22 de marzo de 2006, el entonces fiscal general de los Estados Unidos, en compañía de quien fuera directora de la DEA, Karen Tandy, hicieron público que Iván Márquez y otros miembros de las Farc hacían parte de los delincuentes más buscados por la justicia estadounidense. Se fijó una recompensa de $5 millones por su cabeza, recompensa que continúa vigente.
En ese orden de ideas, 3 de los 5 “senadores” de las Farc son sujetos por cuyas cabezas se ofrecen $10 millones de dólares: $5 por Márquez, $2.5 millones por Pablo Catatumbo y una cifra similar por Carlos Antonio Lozada.
Publicado: mayo 3 de 2018
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