Para nadie es un secreto que Gustavo Petro es un admirador del chavismo y que utilizó a Bogotá de trampolín político para lograr sus objetivos. Es fundamental comenzar a llamar las cosas por su nombre y dejar claro el peligro que representa ese señor.
No se puede minimizar los alcances de Petro. Sus últimas declaraciones en contra de Don Ardila Lulle dejan en evidencia lo que se esconde detrás del siniestro personaje. La izquierda radical va a hacer todo lo posible para lograr sus objetivos, y si en dado no lo logran; es importante recalcar que dejan un terreno abonado para las siguientes elecciones.
Gustavo Petro fue asesor de Hugo Chávez, es cercano a algunos miembro de la actual cúpula chavista y como si fuera poco, fue uno de los defensores regionales del dictador Chávez. Tal y cono lo han señalado diversos columnistas, ya va siendo hora de preguntarse: ¿Quién lo financia? Es hora de tomar conciencia y entender que el riesgo va mucho más allá de lo que todos nos imaginamos.
Se tiende a reducir los alcances del guerrillero Petro y sus fanáticos – mayoría ex contratistas-. Sin embargo, ahora es más patente que nunca el verdadero peligro que pueden llegar a significar. El discurso populista y la cercanía a la dictadura de Nicolás Maduro parece ser bienvenido en algunos sectores de la sociedad colombiana y eso es un riesgo mayor.
Tenemos a un candidato inmejorable para la Presidencia de la República y por esa razón es fundamental luchar cada voto. Faltan poquísimos días para las elecciones y resulta significativo estar unidos en torno a nuestro candidato. No se puede minimizar el riesgo que se esconde detrás de las mencionadas elecciones.
Entretanto: Tenemos que felicitar al Alcalde de Medellín por sus últimos logros en materia de seguridad. Tremendo alcalde tienen los paisas.
Publicado: mayo 3 de 2018
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