Cuando un candidato se mete con la Fe mayoritaria de un pueblo, amenaza con expropiar tierras, arremete contra las empresarios, diciendo que va aumentar los impuestos; cuando sólo ofrece quimeras y planes sin plazos, costos ni objetivos medibles y cuantificables, estamos ante un engaño monumental; eso que la bella politóloga guatemalteca Gloria Álvarez, ha retratado en su valioso libro “El engaño populista”.
En el caso colombiano, ese candidato es un impulsor de violencias, rencores y resentimientos, de falso ambientalismo y libertinaje, dando pleno testimonio de su enfermizo marxismo, expresado tal como lo propuso Antonio Gramsci en sus voluminosos, retóricos y perversos “Cuadernos de la cárcel”.
El candidato de la “Colombia Humana” es un maestro en corrupción espiritual. Habla con elocuencia, insulta con acidez, está muy relacionado con el poder que sustenta la narco-dictadura venezolana y quiere llevar a Colombia a la desgracia de un comunismo asesino, hoy disfrazado de progresismo.
Si queremos preservar nuestra Democracia, el modelo ideológico que sustenta la propuesta de ese candidato debe ser expulsado del debate, porque el marxismo es un suicidio en términos de libertades. Queridos compatriotas, es tiempo de coherencia, por favor.
Me gustaría que el candidato exguerrillero brindara respuestas a las siguientes preguntas: ¿Cuánto tiempo nos vamos a demorar como nación para hacer la transición hacia las energías limpias? ¿Cuáles son las fuentes de financiación que existen para adelantar ese proyecto y cuáles son los costos del mismo? ¿Qué alternativa propone para evitar la quiebra del Estado colombiano, mientras su propuesta de arrasar con la economía petrolera y minera es aplicada de manera inmisericorde? ¿Qué acciones inmediatas va a implantar en el momento de expropiar las tierras improductivas –como él las llama-, si en la mayoría de los casos, los jóvenes campesinos, desde hace muchos años, no quieren quedarse en sus casas para trabajar el campo, debido a que prefieren migrar hacia las grandes ciudades?
Coherencia, por favor, coherencia, queridos lectores. ¿Cuántos de quienes salieron a saludar al Papa Francisco en Septiembre pasado, van a votar por un candidato que en términos religiosos se acerca a la teología de la liberación, malinterpretando el mensaje de Jesús, cuando lo combina con el odio como forma de lucha? ¿Será que no saldrían ni 20 mil personas a oír a Jesús en una plaza, porque la religión está desapareciendo?
Los invito a quitarle la máscara a este candidato, porque eso es lo que necesitamos en estos momentos. Más preguntas: ¿Quiénes son las personas que integran los equipos de trabajo de un individuo que quiere incendiarlo todo, para imponer una agenda ideologizada que atenta contra los valores más elementales de la civilización? ¿Es decente una propuesta que tiene como fundamento el ateísmo de Estado, en detrimento de la Libertad?
Finalmente, luego de 18 años de carrera docente, donde he visto cómo, paulatinamente, la juventud colombiana ha venido sufriendo los embates de la droga, la cultura traqueta, la trata de blancas y el crecimiento de la industria de la pornografía, me gustaría saber si el candidato chavista va a seguir con los ojos cerrados ante esta realidad, que se puede ver y palpar en los salones de clase.
Sí: ¿Vamos a continuar mudos ante el microtráfico, el consumo desbordado de droga (cocaína en alza) y la destrucción del tejido social, mutilando la paz de millones de familias que se oponen a la dosis personal y están siendo víctimas de las consecuencias del famoso libre desarrollo de la personalidad? ¿Nos van a imponer a la fuerza la ideología de género, como política de Estado, vulnerando el sagrado derecho que tienen padres y madres, de educar a sus hijos siguiendo los principios y valores que ellos, libremente, consideran más adecuados?
¡Atención, tanta ligereza conceptual, tanto irrespeto contra la familia, ha permitido que las ideas de Engels y de Marx entren en los hogares de Colombia, vía Gramsci! Debemos sacudirnos y sacar esas porquerías ideológicas de nuestra realidad. Coherencia, por favor.
Con todo respeto: El próximo sábado 5 de mayo, Colombia saldrá a marchar para defender la Vida. 45 ciudades nos unimos a esa causa. Que seamos millones los que dejemos huella en las calles y en los corazones de nuestro país.
#UnidosPorLaVida Porque la vida es asunto divino.
Publicado: mayo 2 de 2018
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