Colombia sigue en riesgo, los números de las encuestas siguen mostrando a un Gustavo Petro con mucha fuerza y, aunque algunos analistas piensen que ya tocó su techo, la realidad es que la campaña presidencial hasta ahora comienza y, como cualquier peste o pandemia, debemos estar atentos a los síntomas porque en cualquier momento se puede complicar.
Las consultas del 11 de marzo dieron el resultado esperado, catapultaron a los ganadores y la rápida maniobra de dupla Iván Duque-Marta Lucía Ramírez los dejó en la cabeza. Sin embargo, esta cabeza del pelotón toca cuidarla día a día ya que los ataques serán duros y constantes, acordémonos que tenemos un gobierno que por encima de todo es mañoso y hará lo que sea necesario para atajarlos, inclusive apoyar al castrochavismo.
Todavía nos quedamos perplejos ante la manera desigual como las leyes miran a los colombianos; mientras que la justicia es permisiva y ciega con la izquierda, es tenaz e incisiva con el resto de la población. Sigo sin entender por qué Petro puede ser candidato si debe tantos recursos de su nefasto paso por la Alcaldía en Bogotá, Mockus pudo ser candidato al Senado siendo contratista o bajo qué concepto la doble militancia no le aplica a Ángela Robledo y puede ser candidata a la vicepresidencia de otro partido. La reforma a todo el aparato judicial es demasiado importante para que sea el postre de los debates presidenciales y no el plato fuerte.
Aunque las encuestas dan tranquilidad, es imperante que Iván Duque gane en primera vuelta. Las segundas vueltas presidenciales han demostrado ser confusas y yo le tengo susto a que la mano invisible de los recursos del narcotráfico, las mafias de izquierda y el Foro de Sao Paulo puedan incidir en el resultado. No deberíamos asumir ese riesgo.
Ya vimos como la Registraduría, el gobierno Santos y los organismos internacionales pueden meter la mano en las elecciones. Debemos estar alerta, nadie esperaba que los partidos de la unidad nacional lograran mantener esas votaciones parlamentarias, pero ahí hubo ayudas, compra de votos, cupos indicativos, etc. ¿o no nos acordamos que en la segunda vuelta del 2014 apareció Odebretch?
La encrucijada de Vargas Lleras es muy fuerte. Si no remonta en los próximos sondeos, debería dar un paso al costado, apoyar a Duque y dar un mensaje al país de tranquilidad. Si no lo hace, podría quedar marcado como si hubiera dado un segundo coscorrón.
La taza de café de Fajardo y De La Calle ni va ni viene. Solos o juntos no hacen daño y trataran a toda costa de no pagarle al Estado los 40.000 millones de la consulta. Lo grave es que, por cuenta del odio absurdo de algunos de ellos hacia el presidente Uribe, puedan terminar apoyando a Petro como ya lo hicieron para la alcaldía.
Yo personalmente me siento muy tranquilo con el futuro triunfo de Iván Duque y Marta Lucía Ramírez. Estoy seguro que tienen en su programa muchas de las propuestas que yo trabajé arduamente durante mi campaña al Senado. Para los que no las recuerdan, aquí están:
- La defensa de la familia como eje fundamental de la sociedad y del desarrollo económico del país.
- El fomento del emprendimiento, la libre empresa y la inversión extranjera.
- La lucha frontal contra la minería ilegal.
- La mejora del subsidio para el adulto mayor para asegurar el mínimo vital.
- El control fiscal desde el Congreso para que los recursos públicos lleguen a las personas que de verdad lo necesitan.
Publicado: marzo 26 de 2018