“Iván Duque es una bocanada de aire fresco para la política colombiana”, frase con la que exalcalde de Bogotá Jaime Castro celebró en tuiter su elección como candidato a la presidencia de la República, y que yo recojo porque considero que describe perfectamente lo que millones de colombianos sentimos el 11 de marzo, una vez conocimos los resultados de la Gran Consulta por Colombia, máxime, después de todos los contratiempos y abusos a los que nos vimos sometidos sus electores, por parte de la impericia, negligencia o mala fe, de la Registraduría Nacional del Estado Civil.
Sí. Es una bocanada de aire fresco para la política ver esa madurez y esa serenidad de Iván Duque, proyectadas con tanta humildad a pesar de su juventud. Juventud que, contrario a lo que uno de sus oponentes anotó como defecto, hoy se torna, tal vez, en una de sus mayores fortalezas. Pocos años, sin embargo, una hoja de vida con una vasta experiencia plena de éxitos en diferentes campos, que ya se quisieran muchos de sus adversarios. Duque, un político nuevo, limpio, actual, que compite con viejos políticos marrulleros, con los mismos vicios de siempre, pero que hoy visten trajes nuevos.
Bocanada de aire fresco escuchar las emotivas y tranquilizadoras palabras pronunciadas el día de su proclamación, en un tono de esperanza y con visión de futuro para todos los colombianos: “Me enorgullece haber sido elegido como el candidato de una coalición que espera devolverle la esperanza a Colombia (…) un país sin odio, sin estigmatizaciones y sin ataques. (…) Nuestro país no está dividido en amigos o enemigos de la paz, todos la queremos, y la debemos construir con la legalidad como punto de partida”. Y agregó que para ello se requieren también, “emprendimiento y equidad” porque “el futuro de Colombia es para todos y hoy comienza la tarea de lograrlo”. Dejó claro, además, que entre sus principales propósitos está “evitar que a nuestro país lleguen las tentaciones del autoritarismo populista que arruinó a Venezuela”.
En fin, un interesante y alentador discurso, con un programa de gobierno que por cuestiones de espacio no entro a comentar, pero que no me cabe duda de que, en compañía de Marta Lucía Ramírez su extraordinaria fórmula vicepresidencial, con los conocimientos y el tesón que los caracteriza a ambos, bien pueden alcanzar.
Iván Duque, la bocanada de aire fresco que hoy se perfila como el que más opción tiene de llegar a la Casa De Nariño, siempre y cuando no se atraviese en su camino el señor Santos, a quien ya le conocemos la capacidad que tiene para maquinar bellaquerías, y quien hará todo cuanto esté a su alcance para ponerle zancadilla. Su Registraduría Nacional, ya dejó tendido un denso manto de desconfianza. ¡Primera alerta!
Publicado: Marzo 26 de 2018