Durante décadas el papel de la mujer en la arena política ha sido mínimo. Salvo una que otra eventual participante, en general este terreno ha sido ampliamente dominado por los hombres. Por eso, llena de orgullo ver como una mujer con las capacidades y la preparación de Martha Lucía Ramírez está en camino a ser la próxima vicepresidenta de la República.
Sin ánimo de tratar este tema desde una óptica feminista y victimizante, que por cierto poco o nada aporta al debate, la realidad política en la que se está desarrollando la actual contienda electoral genera una gigantesca luz de esperanza para las nuevas generaciones de mujeres interesadas de incursionar en este campo.
Martha Lucía Ramírez, en efecto, es una fiel representante de un accionar político de ideas, de debates, de argumentos y no de descalificaciones. Su carrera profesional la ha realizado al lado de grandes patriotas con quienes ha asumido inmensas responsabilidades que cambiaron determinantemente el futuro de la Patria.
Por ejemplo, una de esas importantes actuaciones que los colombianos recordamos con orgullo fue el momento en que ella asumió las riendas del Ministerio de Defensa en la época más cruda y crítica de los últimos años. Justo cuando más de 300 municipios estaban sin alcalde por la amenaza del terrorismo, cuando las carreteras estaban convertidas en sitios plagados de pescas milagrosas, cuando el campo estaba sometido al yugo interminable de la extorsión, cuando las noticias de secuestros eran pan de cada día, cuando Colombia estaba punto de convertirse en un Estado Fallido, ella, Martha Lucía Ramírez, asumió el llamado al deber y con total valentía y determinación estructuró y puso en marcha la política de seguridad democrática que le devolvió la esperanza y la tranquilidad a todo un País.
Su estilo, ante todo, es quizás uno de los factores que más deben observar las jóvenes de la Patria interesadas en incursionar en el apasionante mundo de la política, dado que sus actuaciones en público no se basan en descalificaciones insultantes que agreden al contendor con agresiones personales, sino en serias y estructuradas líneas argumentativas que fundamentan una visión de País que se ve reflejada en políticas públicas realizables y efectivas.
Ahora, a ella le llegó el momento de ejercer su gran liderazgo desde la Vicepresidencia de la mano con otro gran Patriota, Iván Duque, porque los colombianos la conocemos, sabemos que es una mujer aguerrida, integra en principios y una dama que pone primero la responsabilidad de su familia y de su Patria antes de intereses personales y tenemos la plena seguridad que su labor será ejemplificante, transparente y firme y respaldada de una gran experiencia profesional y una impecable formación académica.
Martha Lucía, como mujer le digo que usted es una fuente de inspiración para miles de valientes luchadoras que se levantan todos los días para sacar adelante a sus hijos, para materializar sus sueños y para tener un País donde quepamos todos, donde cambiemos las agresiones por argumentos y donde la fuerza de la mujer ocupe un espacio vital en las decisiones transcendentales para el futuro de la República.
Publicado: marzo 23 de 2018