Como dije hace un mes, las elecciones dejaron de ser unas típicas gobierno versus oposición y se tornaron en unas sistema versus antisistema. En ellas, sostuve, “de continuar la tendencia, y no hay razón para que no siga, la candidatura de Fajardo seguirá desinflándose y el grueso de esa cauda irá donde Petro”. “Petro no es un inflado de las encuestas, es una realidad”, agregué, y así lo demuestran las últimas. Hoy hay algunas conclusiones claras:
Las elecciones enfrentarán dos tendencias, una de izquierda y otra de centro derecha. Lo demás se irá diluyendo. Los ciudadanos esperan claridad y toma de posiciones, y castigarán a quienes no las asuman.
Por la izquierda, Petro se consolidó con su pasado guerrillero y su cercanía con Chávez, el discurso populista y los desafiantes ataques contra las instituciones. Ganará con enorme distancia la consulta a Carlos Caicedo, que solo está promoviendo su candidatura a la gobernación del Magdalena. Petro es el candidato antisistema y tiene asegurado su paso a la segunda vuelta.
Fajardo, tibio, insípido, insustancial, soso, ni chicha ni limoná, seguirá cuesta abajo. Los del Polo y la Alianza Verde seguirán yéndose con Petro y le irán quedando apenas los más suyos.
Tampoco tiene oportunidad De la Calle, demasiado al centro para los antisistema, aun después de elegir, con el propósito de atraer a la izquierda, como su fórmula vicepresidencial a Clara López (Polo, casada con un reconocido dirigente comunista). Terminará con Petro, con el pretexto de defender el pacto con las Farc. Esa alianza, sin embargo, solo fracturará aún más al liberalismo. No es claro que el presidente Gaviria la apoye y con certeza no lo harán varios de sus dirigentes y muchas de sus bases.
Por la centro derecha, el candidato será Iván Duque. Marta Lucía Ramírez y Alejandro Ordoñez son formidables. Pero si en algún momento Marta Lucía amenazó con disputarle el triunfo en la consulta del once de marzo, un grave error y la irrupción de Petro, que mete miedo, resolvieron la ecuación. Marta Lucía se equivocó al no entender que el conservatismo dividido no tenía oportunidad frente al candidato del Centro Democrático, por mucho que una parte de la base del CD esté apoyándola, y que era indispensable un acuerdo con el ex Procurador. En esas toldas algunos todavía apuestan a que la participación de terceros decida a su favor. No ocurrirá. La izquierda tiene la orden de votar solo en la consulta de Petro porque creen, con razón, que si no sacan una votación importante su candidatura se resentirá. La reflexión sería que el ex Alcalde marca bien en las encuestas pero no mueve a la gente para ir a las urnas. Los de Cambio Radical tampoco jugarán. Solo inflarían al candidato de la Alianza en detrimento de Vargas Lleras. Los conservadores se repartirán entre Marta Lucía, Ordoñez, y el mismo Duque. Los liberales y los de la U, si participaran, no tienen posibilidad de alterar el resultado de la consulta. Ordoñez, por su parte, aunque mueve con mucho fervor a sus seguidores, tiene un techo muy bajo y muy poca capacidad de atraer votantes del centro.
De manera que el candidato de la alianza será Duque que, además, de estar muy bien preparado y estar haciendo una campaña inteligente, tiene detrás un partido con 39 congresistas, 224 candidatos y al presidente Uribe. La pregunta clave será la de cuantos votos sacará él y cuantos la alianza en total.
¿Vargas Lleras? Viene de capa caída en las encuestas. Los ciudadanos le están pasando factura por ser el típico bogotano, nieto de ex presidente, político tradicional y, en particular, la inconsistencia de jugar con Santos y apoyar el pacto con las Farc y ahora desmarcarse. No resulta suficientemente creíble. Pero el ex Vicepresidente recibirá un impulso importante el once de marzo cuando Cambio Radical crezca de manera sustantiva, como parece que ocurrirá.
Con todo, excepto que el Centro Democrático obtenga una regular votación en las parlamentarias, Duque será el candidato que enfrente a Petro. Petro vs Duque, segunda vuelta del 2018.
Publicado: marzo 6 de 2018
