Conocí a Iván Duque cuando hace 5 años empezamos a construir al Centro Democrático, guiados por el presidente Uribe. Desde el primer momento en que su nombre fue incluido en la lista para el Senado, quienes hacíamos parte de aquella campaña, sabíamos que él iba a ser un congresista ejemplar, por su seriedad, compromiso, disciplina, rigurosidad y liderazgo.
No nos equivocamos. Su paso por el Capitolio dejó marcada una impronta difícil de borrar. Duque es un político integral, una persona de las más altas calidades humanas y de gran preparación intelectual.
Hace más de dos años, su nombre empezó a sonar como posible candidato uribista a la presidencia. No dudé un instante en aplaudir esa posibilidad y en sumarme al naciente equipo de su campaña. Recuerdo aquellas primeras giras en las que íbamos a distintos municipios a conversar con la gente en el marco de los talleres “construyendo país”.
En esas primeras salidas, Duque empezó a mostrar su calidez y su liderazgo, lo que le permitió ganarse, poco a poco, el afecto y cariño de la base uribista.
Su programa político es el que necesita Colombia y aquello se ha visto ampliamente confirmado en los últimos meses, primero cuando se adelantaron las encuestas que confirmaron que él tenía la mayor aceptación entre los electores uribistas y después con ocasión de la consulta popular, en la que más de 4 millones de colombianos votaron por él.
El resultado de los sondeos de opinión que han surgido en los últimos días es la comprobación final de que Duque es el presidente que Colombia necesita. Además de su juventud, carisma, liderazgo, sabiduría y disciplina, el candidato uribista tiene un elemento adicional que es una prenda de garantía: su fidelidad irreductible a las ideas del presidente Uribe.
Los colombianos pueden tener la certeza absoluta de que con Iván Duque no se repetirá la amarga experiencia que tuvimos con Juan Manuel Santos quien nos engañó de forma alevosa e imperdonable.
La campaña hasta ahora comienza. Faltan muchos días para la primera vuelta, razón por la que no podemos bajar la guardia. Los uribistas debemos trabajar a marcha reforzada todos estos días, para hacer que lo que hoy dicen las encuestas, sea una realidad en las urnas el próximo 27 de mayo.
Podemos hacer historia, llevando a Duque a la presidencia en la primera vuelta, con el mayor porcentaje de votos posible. Nuestro país, está harto de la polarización generada por Juan Manuel Santos. La sociedad está ávida de un nuevo amanecer, de pasar la página oscura de estos 8 años de mal gobierno y abandono estatal.
Duque es el que es. Un político maravilloso que conoce la fórmula para sacar a nuestro país del atolladero en el que se encuentra, apoyado en el presidente Uribe quien ha sido su mentor y principal promotor.
Publicado: marzo 26 de 2018