En medio de la reacción generalizada de la sociedad que en distintas ciudades del país se ha manifestado en contra de la presencia de alias Timochenko como candidato, el exvicepresidente de la República, Angelino Garzón le propuso públicamente al jefe de las Farc que se “retire de la campaña presidencial”.
En criterio de Garzón, los jefes de las Farc deberían dedicarse a “promover un gran acuerdo y compromiso nacional por el perdón y la reconciliación”.
El llamado de Angelino busca bajarle presión a la crisis que se está enervando en todo el país. Lo que se ha visto en los últimos días en distintas ciudades, va a seguir presentándose. Resulta imposible impedirle a la ciudadanía que exprese su indignación cuando ven a personas responsables de delitos de lesa humanidad paseándose por las calles, fungiendo como candidatos.
En ningún caso, la violencia es aceptable. Desde siempre, aquellos que se han opuesto al acuerdo entre Santos y las Farc, han ratificado la necesidad de salvaguardar la vida de los integrantes de ese grupo ilegal. El Estado tiene el deber de proteger sus vidas, pero también debe permitir que aquellos que no están de acuerdo con que esos individuos participen en política sin antes haber pasado por la justicia y pagado por los crímenes que cometieron, expresen su desacuerdo.
Una y otra vez, el presidente Uribe ha insistido en que la impunidad genera nuevas violencias. Hasta ahora, el rechazo contra las Farc se ha materializado con arengas. Algunos, han lanzado huevos, pero lo que Angelino Garzón busca con su propuesta es que esta situación no siga escalando.
LOS IRREVERENTES hablaron con Garzón. Aseguró no tener ni idea si las Farc aceptarán o no su invitación, “pero lo único que sé es que lo mejor que puede hacer el nuevo partido de las Farc es retirarse de la campaña presidencial y de esa manera contribuir a debilitar la política de los odios, de los señalamientos y descalificaciones”, le aseguró el exvicepresidente a este portal.
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Las Farc estaban bien equivocadas si creían que Colombia los iba a recibir con los brazos abiertos, como si del hijo pródigo se tratara. El dolor causado por esa estructura delincuencial es grande y tomará mucho tiempo para que sanen las heridas. Buena parte del país es víctima de esa guerrilla, razón por la que la mayoría que participó en la jornada plebiscitaria del 2 de octubre de 2016, votó en contra del acuerdo. Nuestra nación quiere la paz, pero respetando unos mínimos como son la justicia y la no elegibilidad de las personas que cometieron actos atroces. ¿Por qué las Farc no candidatizaron a simpatizantes suyos que no hubieran cometido delitos de lesa humanidad y prefirieron desafiar a la ciudadanía presentando los nombres de delincuentes que bañaron con sangre a nuestro territorio? El simple hecho de que hubieran mantenido su denominación Farc, sinónimo de horror y violencia, es un desafío inaudito que en vez de tender puentes hacia la reconciliación, profundiza las heridas y exacerba aún más los ánimos.
Por eso, buena es la propuesta de Angelino Garzón. Flaco favor le presta a la democracia colombiana que alias Timochenko siga pavoneándose por nuestros ciudadanos, despertando la ira de las personas comunes y corrientes.
Publicado: febrero 9 de 2018