Las próximas elecciones marcarán sin duda alguna el camino por el cual transitará Colombia durante los próximos años. La decisión la tomarán los ciudadanos en las urnas. Ese día, en ese cubículo, el elector optará por la inversión con responsabilidad social; por la tranquilidad, traducida en seguridad; definirá si apoyará la disminución de la pobreza gracias a la generación de riqueza, aumentando salarios y reduciendo impuestos. O, si por el contrario, la ciudadanía (que estoy seguro que no) dará su abrigo al populismo, a la estatización de la empresa privada y en general, al camino por el cual comenzó a transitar el hermano país de Venezuela hace ya unos años en cabeza de Chávez, y hoy vemos los resultados nefastos para la economía de esa nación.
Colombia cuenta con gran potencial y con un futuro brillante, pero para eso se requiere llevar a la presidencia y al Congreso propuestas frescas, serias y alcanzables, que dinamicen la economía y gesten espacios para la juventud e impulsen el emprendimiento. Pero el país no necesita de esos que hoy se visten de ovejas o que abiertamente manifiestan estar a favor de la venezonalización, son peligros latentes para la democracia y la libertad, pero no solo de Colombia, sino del continente entero.
El repudio a la izquierda radical y la izquierda disfrazada es abierto, lo hemos visto por ejemplo con Timochenko, quien solo despierta la indignación y el rechazo social a cualquier parte a la que vaya. El ciudadano hoy ve el espejo de Venezuela, espejo del que prefiere por claras razones alejarse.
Los jóvenes jugarán un papel trascendental en esta contienda, muchos de los hoy apenas ciudadanos, no conocieron a la Colombia de los ochentas o noventas, por ello no asimilan el vuelco que se dio durante el 2002 y 2010. La juventud debe procurar defender la libertad en lugar de atacar la democracia. Juntos, y solo juntos, podremos generar verdaderas oportunidades. Juntos, y solo juntos, lograremos lo que realmente Colombia busca: una sociedad con mayor equidad y mayor inversión. No hay otro camino: ellos o nosotros.
Publicado: febrero 8 de 2018